Un reciente informe presentado por la Jefatura de Gabinete ante la Cámara de Diputados arrojó un dato preocupante respecto al desarrollo de la Base Naval Integrada en Ushuaia: los avances físicos en la obra apenas alcanzan el 9,13%, cifra que se mantiene sin cambios desde diciembre de 2023.

Se trata de una iniciativa considerada estratégica para la defensa y la soberanía del país, y que había sido destacada como prioritaria por el gobierno nacional. Sin embargo, la falta de ejecución presupuestaria evidencia un freno considerable en su desarrollo.

Según consta en el informe de gestión N.º 142, se detallan las erogaciones realizadas hasta el momento por parte de la Armada Argentina y la empresa TANDANOR, encargada de ejecutar la obra. “La obra en curso contempla la construcción de la platea de uno de los talleres navales. Esta obra es realizada por TANDANOR y ya ha sido pagada”, indica el documento oficial.

Asimismo, se detalla que los trabajos previos, como el movimiento de suelo, demandaron un pago de $45.513.232,62, mientras que la construcción de la estructura de fundación para el montaje de un taller naval involucró los siguientes desembolsos: USD 872.373 en materiales (más una diferencia de cambio de $57.140.431,50), $103.521.756 en mano de obra y $22.556.526,80 correspondientes a ajustes paritarios (IPP – 6.8.7).

Por otro lado, el informe confirma que “por el momento, no están previstas erogaciones presupuestarias en el presente ejercicio”, lo que pone en duda la continuidad del proyecto en el corto plazo.

En cuanto a versiones que vinculaban a Estados Unidos con una posible participación en la construcción, el documento oficial aclara que “el Ministerio de Defensa informa que no existen previsiones para otorgar concesiones especiales a los Estados Unidos”.

El panorama, que ya había sido anticipado en el informe de gestión N.º 139 presentado ante el Senado en mayo pasado, se mantiene sin modificaciones: un avance físico limitado y sin perspectivas claras de reactivación presupuestaria.