En comunicación con Minuto Fueguino, el secretario general de la Asociación de Supervisores de la Industria Metalmecánica de la República Argentina (ASIMRA), Julio Cuesta, se refirió a la denuncia presentada por el gremio ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Tierra del Fuego, tras detectar una serie de irregularidades en la empresa Solnik vinculadas a la falta de personal y a la sobrecarga laboral que estarían sufriendo algunos supervisores.

“El conflicto comenzó en agosto, cuando advertimos que había supervisores que estaban a cargo de más de un área dentro de la fábrica. Eso no está permitido, porque nuestro convenio colectivo establece que cada sector debe contar con su propio responsable. En paralelo, notamos que en otros espacios directamente no había supervisores, lo que generó desorden y, lamentablemente, algunos accidentes laborales”, explicó Cuesta.

Frente a esta situación, ASIMRA decidió elevar un reclamo formal a la empresa, solicitando que se corrigieran las condiciones de trabajo y se reforzara la estructura de supervisión. “Como no obtuvimos respuestas satisfactorias, hicimos la denuncia correspondiente ante el Ministerio de Trabajo, pidiendo una inspección que verifique en el terreno lo que veníamos señalando”, relató.

Sin embargo, según indicó el dirigente, el procedimiento realizado por las autoridades no respondió a lo solicitado por el gremio. “La inspección que se llevó adelante no tuvo que ver con nuestra denuncia. Se limitaron a pedir documentación, listados de personal, habilitaciones y dotaciones, pero en ningún momento abordaron la cuestión de fondo: la sobrecarga de trabajo y la falta de supervisores en algunos sectores de la planta”, sostuvo.

Cuesta destacó que desde ASIMRA no se busca generar conflictos, sino asegurar que se cumpla con el convenio colectivo y que los trabajadores puedan desempeñar sus funciones en condiciones seguras. “Nosotros siempre intentamos dialogar con la empresa para resolver los problemas internamente. Pero cuando vemos que no se avanza, acudimos al Ministerio como corresponde. Nuestra intención no es confrontar, sino cuidar la fuente laboral y el bienestar de todos los compañeros”, remarcó.

El dirigente explicó que, tras la audiencia mantenida recientemente, el gremio solicitó que se realice una nueva inspección en la planta de Solnik, esta vez con la presencia de representantes del sindicato. “Pedimos que se haga una verificación minuciosa, que el delegado esté presente y que se observe en detalle cada área de trabajo. Queremos que se constate si efectivamente hay personal suficiente y si los supervisores están cumpliendo funciones dentro de los parámetros establecidos por el convenio”, detalló.

Para Cuesta, el objetivo de la organización gremial es claro: garantizar la seguridad laboral y la equidad dentro del ámbito industrial. “Cuando un supervisor tiene que cubrir más de una sección, no solo se genera una sobrecarga de trabajo, sino también una mayor exposición a situaciones de estrés, cansancio y errores que pueden derivar en accidentes. Lo que pedimos es muy simple: que se cumpla con lo que ya está acordado”, afirmó.

En esa misma línea, el referente de ASIMRA señaló que cuidar las condiciones laborales también implica proteger la estabilidad de la industria fueguina. “Cuidar la industria es cuidar a los trabajadores. Sabemos que la situación económica es difícil, pero las soluciones no pueden pasar por sobrecargar personal o dejar áreas sin supervisión. Eso no contribuye al desarrollo de la producción ni a la seguridad dentro de las plantas”, sostuvo.

Por ahora, el gremio se mantiene a la espera de una nueva convocatoria para acompañar la inspección solicitada. “Estamos esperando que nos informen día y horario para poder estar presentes y observar que todo se realice como corresponde. Lo importante es que este procedimiento se concrete pronto, porque desde agosto venimos planteando el problema y todavía no se ha podido resolver”, manifestó Cuesta.

Finalmente, el dirigente destacó el compromiso de los trabajadores y reiteró que el reclamo se enmarca en una búsqueda de soluciones. “Nuestra intención no es generar enfrentamientos. Lo que queremos es que se respete la labor de cada supervisor y que las empresas entiendan que detrás de cada reclamo hay personas que todos los días sostienen la producción con esfuerzo. Esperamos que en esta nueva etapa se pueda avanzar y encontrar una respuesta definitiva”, concluyó.