La ministra de Trabajo de Tierra del Fuego, Sonia Castiglione, expresó su preocupación por la crisis que atraviesa el sector textil en la provincia, al que calificó como “el cimbronazo más fuerte desde que empezó el subrégimen en Tierra del Fuego hace 50 años”.
Según la funcionaria, la situación responde principalmente a la caída en las ventas y al ingreso de productos importados con arancel cero: “A ver, responde básica y exclusivamente a la falta de ventas de productos. Básicamente es eso, lo más fuerte es la recesión en las ventas y el reemplazo de productos de fabricación nacional por producto importado en todo el mercado de Argentina. Entonces, esto claramente repercute en el eslabón siempre más débil que es el empleo”.
Castiglione subrayó que el impacto no se limita a las plantas textiles, sino que arrastra a múltiples actividades conexas: “Toda la transversalidad que tiene con otros sectores que hacen a los servicios para una industria en particular, en este caso la textil. Como bien decía, todo lo que es logística, servicios, incluso servicios aduaneros y administrativos, servicios financieros, todo lo que tiene que ver con los servicios de seguridad, de alimentación y demás. Así que sí, sí, y limpieza”.
En esa línea, advirtió que la crisis genera un “efecto dominó” que golpea a cientos de familias: “Realmente es un combo que, bueno, tocas un sector que viene trabajando bien desde hace mucho tiempo, está sumamente instalado y demás, lo tocaste y fue un efecto dominó sobre un montón de otras actividades”.
Finalmente, la ministra alertó que, además de la pérdida de empleo en las textiles, se registra un fuerte retroceso en comercios y pequeños emprendimientos que dependían indirectamente de la industria: “Lo más preocupante es que el mercado laboral, la demanda de trabajo prácticamente es inexistente”.
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