La industria fueguina atraviesa un momento de incertidumbre, marcado por la baja en la comercialización de productos electrónicos y de línea blanca, así como por los cambios en las políticas de importación y aranceles a nivel nacional. Según Óscar Martínez, secretario general de la UOM Río Grande, estas medidas impactan directamente en la producción y generan desafíos para los distintos establecimientos de la provincia.
“Estamos en una situación muy compleja con un gobierno que no defiende la industria y que afecta directamente la producción nacional y los puestos de trabajo”, sostuvo Martínez. Señaló que estas dificultades también se replican en otros sectores como alimentación, calzado, textiles y siderurgia, donde algunas plantas han llegado incluso a paralizarse.
En este contexto, las negociaciones paritarias cobran especial relevancia. Martínez indicó que se está iniciando una nueva ronda de discusión salarial que abarcará desde septiembre hasta diciembre, en un marco donde la política del gobierno limita los incrementos y establece porcentajes por debajo de la inflación real. “Las dificultades para conseguir mayores porcentajes salariales tienen que ver con una política que pisotea las paritarias libres, una conquista histórica del movimiento obrero”, explicó.
La expectativa de los trabajadores está centrada en poder mantener derechos adquiridos y negociar aumentos que reflejen los costos de la canasta familiar, en un escenario económico que, según los referentes gremiales, continuará siendo desafiante durante los próximos meses.
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