
Allí viven desde el tiburón gatopardo, que puede estar en las aguas del Río de la Plata, hasta el pingüino penacho amarillo, que puede verse en la zona más austral.
Los expertos forman parte de organizaciones no gubernamentales como WCS Argentina, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, y Fundación Vida Silvestre Argentina, y de instituciones públicas, como el Conicet, la Administración Nacional de Parques Nacionales, y Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), universidades, entre otras.
Independientemente de su clasificación formal como “amenazadas”, en toda la plataforma argentina hay especies que requieren más cuidados que otras, como los tiburones, las rayas, los mamíferos, las aves oceánicas, y las tortugas, resaltó Oscar Iribarne, investigador del Conicet y de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
“El grado de amenaza para cada especie depende de sus características, como la longevidad, la tasa reproducción, la supervivencia natural, pero también del tipo de amenazas posible. Por ejemplo, no es lo mismo la captura con uno u otro arte de pesca que la exploración/explotación petrolera o minera. Cada una de las actividades va a generar que diferentes especies pasen a ser más sensibles que otras”, indicó Iribarne.
“Las zonas con especies más amenazadas son las biorregiones del Río de la Plata, la de la costa bonaerense y norpatagónica, y la plataforma Media”, explicó a Infobae el doctor Claudio Campagna, que también formó parte del equipo que elaboró el mapa, ex investigador del Conicet y fundador del Foro para la Conservación del Mar Patagónico.
En el Río de la Plata y zonas cercanas, están amenazadas los tiburones que se conocen como bacota, cazón, escalandrún, gatuzo, y el gatopardo. También allí se ubican el delfín franciscana. que es una de las especies de cetáceos más pequeñas y misteriosas, la tortuga verde, la tortuga laúd y la tortuga cabezona.
En el área de la plataforma Magallánica, que bordea las costas de las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, el pingüino penacho amarillo es una especie amenazada y sensible al cambio climático. También enfrentan diferentes niveles de vulnerabilidad aves como el cormorán gris y la pardela oscura y la ballena sei.
En otra región, como el Banco Burdwood, que es una meseta submarina con profundidades mínimas de 50 metros y máximas de 200 metros (es una área marítima protegida), se encuentran amenazadas las aves albatros errante, petrel gigante del sur, petrel gigante del norte y petrel barba blanca. Esas aves también están en otras biorregiones.
En tanto, en el talud superior -otra de las biorregiones- la raya lija y el cachalote, que es el animal con dientes más grande que existe, enfrentan riesgos.
El Gobierno de Argentina ya asumió el compromiso de cumplir la meta ‘30x30′ para conservar, al menos, el 30% de la tierra y el mar para el año 2030. Eso figura en la Estrategia Nacional de Biodiversidad como del Nuevo Marco Global para la Biodiversidad que se acordó en diciembre del año pasado. Actualmente el país tiene solo el 8,7% de superficie marina protegida.
“Debería fortalecerse una red de áreas marinas protegidas efectiva, bien conectada y representativa de todas sus ecorregiones y diversidad de especies del Mar”, comentó Falabella.
Consultado por Infobae, Claudio Bertonatti, museólogo, naturalista e investigador del Centro de Ciencias Naturales, Ambientales y Antropológicas de la Universidad Maimónides y asesor científico de la Fundación Azara, comentó sobre el nuevo mapa de las regiones del Mar:
“La herramienta que generaron es de enorme valor en múltiples sentidos. En particular, para la conservación de la biodiversidad marina, pero también para algo que va de la mano: el desarrollo del país”.
“Sabemos que nuestros recursos marinos están siendo depredados por toda una flota pirata internacional. Por eso, -sostuvo- reforzar el sistema federal de áreas protegidas marinas es estratégico, hasta para agravar las penalidades de quienes están destruyendo lo que queda de la riqueza nacional”. La pesca ilegal pone en riesgo a muchas de las especies del Mar Argentino (Foto: Franco Fafasuli)
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