
La reciente eliminación de la Ley de Alquileres en Argentina provocó un escenario de incertidumbre tanto para inquilinos como para propietarios. No obstante, especialistas en derecho inmobiliario recuerdan que aún existen disposiciones legales vigentes que protegen a quienes alquilan, especialmente en situaciones donde el contrato finalizó y no se inició un proceso de desalojo formal.
De acuerdo a la normativa actual, si el contrato de locación ha vencido y el propietario no avanzó judicialmente con el desalojo, el inquilino tiene derecho a permanecer en la vivienda. Esto se debe a que la legislación prevé plazos específicos y pasos obligatorios antes de ejecutar un desalojo.
Entre los puntos clave a tener en cuenta se destacan:
Notificación previa: el propietario debe comunicar con antelación su decisión de no renovar el contrato.
Plazos legales: no se puede exigir el desalojo inmediato; la ley contempla tiempos mínimos para su ejecución.
Derechos vigentes: los inquilinos conservan garantías hasta que se cumplan todos los procedimientos establecidos por ley.
Desde distintos sectores recomiendan asesorarse con un abogado especializado para conocer en detalle las implicancias legales en cada situación particular, especialmente en este nuevo marco normativo que abre múltiples interrogantes.
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