
Superada la intensa contienda en la provincia de Buenos Aires, la agenda política nacional ya apunta a la gran cita electoral de este año. El próximo domingo 26 de octubre los argentinos volverán a las urnas para elegir representantes en el Congreso, en un proceso que pondrá a prueba la fuerza del oficialismo y de la oposición en todo el país.
En esta elección legislativa se renovarán 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado, lo que equivale a la mitad de la Cámara Baja y a un tercio de la Cámara Alta. La magnitud del recambio hace que el resultado sea decisivo para el Gobierno de Javier Milei, que necesita ampliar su presencia parlamentaria para sostener y avanzar con sus proyectos de reforma.
Cómo se distribuyen los escaños
La Cámara de Diputados se conforma en función de la población de cada provincia, aunque las jurisdicciones menos pobladas cuentan con un piso mínimo de cinco representantes. Allí, gana la lista con mayor cantidad de votos en cada distrito.En el Senado, en cambio, la lógica es distinta: cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires eligen tres senadores. Dos quedan en manos de la fuerza que obtiene la mayoría y la tercera corresponde al segundo espacio más votado, lo que garantiza la representación de la oposición en cada distrito.
El peso bonaerense y sus efectos políticos
El resultado en Buenos Aires, donde el peronismo reagrupado bajo el sello Fuerza Patria se impuso con una ventaja de 14 puntos, impactó de lleno en la Casa Rosada. El distrito concentra el 37% del padrón nacional y funciona como un termómetro clave para lo que puede suceder en octubre.La participación electoral superó el 60% en territorio bonaerense, un dato que reforzó la lectura de que la ciudadanía está decidida a marcar posición en las urnas. Para Milei, la derrota en la provincia más poblada obliga a recalcular la estrategia de campaña, ya que en octubre lo que se pone en juego son sus propios candidatos legislativos y, con ellos, la posibilidad de construir una base parlamentaria más sólida.
Lo que se juega en octubre
El oficialismo enfrenta ahora el desafío de revertir el golpe recibido en el principal distrito del país. De lo que ocurra en la elección nacional dependerá la capacidad del Gobierno para negociar, aprobar leyes y garantizar gobernabilidad en lo que resta de su mandato.Con un Congreso parcialmente en disputa y un clima político cargado de incertidumbre, el 26 de octubre marcará un punto de inflexión para el rumbo institucional y económico de la Argentina.
Compartinos tu opinión