
La ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia, Adriana Chaperón, dialogó con Mañanas Diferentes y expuso con crudeza el escenario social que atraviesa Tierra del Fuego, en el marco de una reunión encabezada por el gobernador con referentes de comedores y merenderos de la provincia. Allí, se abordó la creciente demanda de asistencia alimentaria, los límites de los recursos provinciales, y la difícil situación de miles de fueguinos, incluso aquellos que tienen empleo.
“El alimento es una forma de medir esa demanda”, afirmó Chaperón al describir cómo se incrementan los padrones de personas que solicitan viandas y la aparición de listas de espera en los comedores, una situación inédita en la provincia. “Nosotros les dijimos que ellos pueden aumentar el padrón y nosotros vamos a responder en la medida que podamos para toda la demanda”, sostuvo.
La funcionaria precisó que actualmente el gobierno provincial asiste a 28 mil personas en forma individual cada mes, además del acompañamiento a los comedores comunitarios. “La demanda sigue creciendo, tanto en Ushuaia, en Río Grande como en Tolhuin”, remarcó. También destacó el rol del alimento como derecho esencial: “La gente obviamente necesita también en su vivienda poder resolver el tema de la noche. La comida de un niño no alcanza para el resto de la familia. Y ahí necesitamos estar”.
En la reunión, Chaperón hizo hincapié en la llegada de familias desde otras provincias en busca de mejores condiciones de vida, que terminan enfrentando situaciones de calle, sin acceso a vivienda, salud ni trabajo. “Hoy la situación en otros lados es tan desesperante que se vienen todos, y después no consiguen nada”, alertó. En ese sentido, pidió responsabilidad a quienes promueven traslados familiares sin poder acompañarlos adecuadamente: “Después la provincia tiene que comprar pasajes o hacerse cargo de personas sin recursos, con niños”.
Según explicó, muchas veces se trata de personas con enfermedades crónicas, discapacidad o sin obra social, lo que incrementa el gasto en salud pública. “Hoy hay 16.000 personas que se han incorporado sin obra social. Todo eso es recurso de la provincia”, afirmó.
La ministra fue contundente al describir el panorama financiero que enfrenta el gobierno fueguino: sin apoyo nacional, más allá del Plan Alimentar, la provincia hace frente con recursos propios. “Hacemos lo imposible por cubrir la mayor cantidad de necesidades, pero son muchísimas”, dijo. Entre otras áreas sensibles, se refirió a la atención de personas con discapacidad, revelando que solo en el último mes la provincia destinó mil millones de pesos para cubrir a quienes utilizan la obra social estatal.
Por otra parte, adelantó que el gobierno presentó 10 comedores de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin para ingresar al programa nacional Alimentar Comunidad, con el fin de recibir recursos directos para sostener su funcionamiento. Aún se espera respuesta.
Además del drama alimentario y económico, la salud mental emerge como una de las mayores preocupaciones. Chaperón reconoció que hay un aumento sostenido en los casos y que se torna difícil contenerlos: “Los problemas de salud mental vienen creciendo en forma muy importante, como viene creciendo el consumo de sustancias, y esto también está trayendo situaciones muy complejas”. Junto a la Ministra de Salud, la cartera de Bienestar trabaja para implementar médicos de cabecera y programas de prevención en comedores y espacios comunitarios, así como fortalecer las internaciones domiciliarias y el acceso a controles pediátricos y de adultos mayores.
Finalmente, Chaperón destacó el rol solidario de quienes sostienen merenderos y comedores en sus casas, sin más retribución que la voluntad de ayudar. “Estas personas tienen un ánimo envidiable. Con una situación tan adversa, siguen adelante con cariño y dedicación”.
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