
La escasez de médicos especialistas, una situación que se arrastra desde hace años en todo el país, se agudiza en Tierra del Fuego. La ministra de Salud provincial, Judith Di Giglio, reconoció que el sistema sanitario fueguino enfrenta serias dificultades para cubrir cargos médicos, especialmente en especialidades críticas como ginecología, anestesiología, pediatría y terapia intensiva. “Es un problema estructural que se viene revisando, pero que requiere de una respuesta a nivel federal”, sostuvo.
Durante una entrevista con Fm La Isla, Di Giglio detalló que el Hospital Regional de Ushuaia es actualmente el más afectado, donde se han producido renuncias de profesionales en los últimos meses, generando vacantes difíciles de cubrir. “En Ushuaia se nos han ido médicos por distintos motivos, y cubrir esas vacantes no es sencillo. Estamos haciendo convocatorias permanentes y ofreciendo diferentes modalidades de contratación, pero no siempre alcanza”, explicó.
En contraste, Río Grande ha logrado cierto alivio en el último año, con el ingreso de nuevos profesionales. Sin embargo, la ministra advirtió que recientemente se retiraron todos los ginecólogos del sistema público local, dejando un vacío importante en la atención a mujeres. “Estamos en una situación compleja. Se están realizando derivaciones, y mientras tanto, gestionamos contrataciones puntuales para cubrir la urgencia”, indicó.
Frente a este panorama, desde el Ministerio se impulsaron cambios en el régimen de trabajo. Por medio de un decreto de excepción, se habilitó la posibilidad de contratar médicos bajo una modalidad part-time de 24 horas semanales, lo que no estaba contemplado anteriormente. “Es una medida para flexibilizar el ingreso de profesionales que no pueden comprometerse a una dedicación exclusiva”, señaló Di Giglio. Esto busca atraer médicos que ya trabajan en el sector privado o que prefieren horarios más acotados.
La ministra también explicó que el esquema salarial actual no siempre es competitivo frente a otras provincias o al sector privado. “En algunos casos, es difícil que un médico joven elija Tierra del Fuego como lugar para radicarse, por la distancia, el clima y también por la comparación salarial”, reconoció.
La situación genera, además, tensiones internas entre el personal de salud. La coexistencia de médicos contratados por locación de servicios, otros en planta permanente y algunos bajo convenios específicos, provoca diferencias salariales y de carga horaria. “Entendemos el reclamo de los gremios como SIPROSA. Estamos trabajando en un nuevo reglamento de concursos para que haya más transparencia y posibilidades de acceso igualitario a la planta”, sostuvo Di Giglio.
Desde el gremio médico, los reclamos se centran en mejores condiciones laborales, equiparación de salarios, y una política clara de concursos que permita estabilizar a quienes trabajan hace años bajo contratos precarios.
Pese al contexto adverso, la ministra confirmó que en las próximas semanas comenzará una importante obra en el Hospital de Río Grande que incorporará más de 30 camas al sistema. “Es una obra que se realizará con fondos provinciales. Vamos a renovar la internación de clínica médica, cirugía, ginecología y maternidad. Es una apuesta muy fuerte a mejorar la calidad de atención”, afirmó.
Además, destacó que se está trabajando en la reorganización del recurso humano: “La cantidad de médicos ha crecido, pero si no organizamos bien cómo se distribuyen en los turnos y especialidades, el sistema colapsa. Hay servicios que trabajan al límite”, admitió.
La falta de médicos no es un fenómeno exclusivo de Tierra del Fuego. En muchas provincias del país, la pandemia aceleró procesos de desgaste en el personal de salud y aceleró renuncias, jubilaciones anticipadas y migración hacia sectores privados. Además, en algunas especialidades como neonatología o terapia intensiva, directamente no hay egresados suficientes para cubrir la demanda nacional.
“Necesitamos una mirada integral del sistema, con el Ministerio de Salud de la Nación como rector y articulador. No podemos seguir con sistemas provinciales aislados que compiten entre sí por un número limitado de médicos”, reflexionó Di Giglio.
Mientras tanto, la salud pública fueguina sigue funcionando gracias al esfuerzo de sus equipos, pero con la incertidumbre permanente sobre cómo garantizar la cobertura en especialidades claves. La respuesta, aseguran desde el Ministerio, no puede ser inmediata ni unilateral. “Requiere planificación, inversión sostenida y también un cambio en la formación médica para alentar vocaciones en áreas críticas”, concluyó la ministra.
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