
El Dr. Carlos Sánchez Posleman se refirió ayer a la decisión de dar marcha atrás con la venta de la clínica, ante el silencio que impuso el potencial comprador cuando ya estaban a punto de concretar la operación.
Por Radio Nacional Ushuaia, recordó que “en su momento el señor Héctor Tapia –ex legislador y dirigente de la UOM Ushuaia- había anunciado que prácticamente habían adquirido la Clínica San Jorge y era cuestión de firmar papeles. En realidad tuvimos varias reuniones de negociaciones donde nos pusimos de acuerdo en el precio, forma de pago y las garantías. A último momento, cuando hubo que concretar la operación, realmente entraron en un silencio de radio y no respondieron el teléfono nunca más”, afirmó.
“Pasaron los días, intenté varias veces comunicarme con las distintas personas que estuvieron en las negociaciones, y al no tener ninguna respuesta, las di por terminadas”, expuso.
La decisión de retrotraer la venta fue comunicada al personal: “Hablé con la gente que trabaja en la clínica porque les había comunicado oficialmente sobre estas negociaciones y les iba informando sobre el avance. Esto duró más o menos seis meses, desde que empezamos hasta que decidimos por el no. Si me preguntan el motivo, lo desconozco”, dijo, dado que no hubo ninguna explicación del gremio.
“Al no tener ninguna respuesta, hablé con mi familia y decidimos oficialmente dar por terminadas las negociaciones y retomar la conducción de la clínica, sin el objetivo de la venta sino para continuar trabajando”, apuntó.
Se le preguntó sobre los motivos que lo llevaron a querer vender la clínica y dijo que, por un lado, “siempre está el hecho de que Ninguno de mis hijos se dedica al tema de salud y existía la posibilidad de venderla. Surgió esta oportunidad y decidimos llevarla adelante. Una vez que vimos que había fracasado, hablé con mi familia y decidí continuar trabajando con la clínica”.
Por otro lado dio cuenta del desgaste que implica llevar adelante la institución durante tantos años. “La clínica San Jorge cumplió 40 años y yo llevo 30 años al frente. Había una cuestión de renovar, de cambiar, pero también me di cuenta de que mucha gente dentro y fuera de la clínica me pedía que continuara. Por lo menos por un tiempo decidí suspender la venta de la clínica y continuar con el proyecto de crecimiento que tenemos, tanto del punto de vista institucional, edilicio y de tecnología, como también de recursos humanos y relaciones con las distintas obras sociales”.
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