Este domingo 28 de septiembre se cumplen diecisiete años de la desaparición de Sofía Herrera, la niña fueguina de tres años que en 2008 fue vista por última vez en el camping John Goodall, a unos 60 kilómetros de Río Grande. Pese al paso del tiempo, la causa judicial continúa abierta y sin resolución, y la familia mantiene viva la búsqueda con la misma convicción que el primer día.
El día de la desaparición
El 28 de septiembre de 2008, Sofía salió junto a sus padres, María Elena Delgado y Fabián Herrera, y un grupo de amigos a pasar un domingo en el campo. Mientras los adultos organizaban el almuerzo, la niña se alejó unos metros y desapareció en cuestión de minutos. Desde entonces nunca se volvió a saber de ella.De inmediato se montó un operativo de búsqueda inédito en Tierra del Fuego, con participación de la Policía, Gendarmería, Bomberos Voluntarios, Defensa Civil y vecinos. Se rastrilló la zona durante días, con perros entrenados, helicópteros y buzos. Sin embargo, pese a la magnitud del despliegue, no se hallaron rastros de la pequeña.
Una investigación plagada de cuestionamientos
El caso fue caratulado como “desaparición de persona”. Con los años se barajaron distintas hipótesis, entre ellas la de un accidente en el predio, la de un secuestro y la posibilidad de que Sofía hubiese sido trasladada fuera de la provincia. Ninguna línea de investigación pudo confirmarse.Uno de los puntos más criticados por la familia y por sectores de la sociedad fue el desempeño de la Justicia fueguina. Los padres de Sofía recordaron que los mismos jueces que intervinieron en el caso conocido como “Espanta la Virgen”, con fallos cuestionados públicamente, fueron los que llevaron adelante la investigación de su hija. Para ellos, hubo errores, demoras y omisiones que marcaron negativamente el rumbo de la causa.
El pedido de captura de Interpol
La causa sigue teniendo derivaciones de alcance internacional. Una persona continúa con pedido de captura internacional emitido por Interpol en relación a la investigación. Sin embargo, hasta el momento no se logró localizar ni avanzar de manera definitiva sobre esa línea. Este punto, para la familia, refleja tanto la magnitud del caso como las dificultades para obtener resultados concretos.
La lucha de los padres
María Elena Delgado y Fabián Herrera han sido el motor incansable de la búsqueda. A lo largo de estos 17 años viajaron, reclamaron en la Justicia, pidieron reuniones con funcionarios y recorrieron medios de comunicación en todo el país. “No nos vamos a cansar de buscarla. Mientras no tengamos respuestas, Sofía sigue estando en algún lugar y vamos a seguir pidiendo por ella”, repiten cada aniversario.La madre de Sofía insiste en la importancia de mantener la causa en la memoria colectiva. En la convocatoria de este año escribió: “Domingo 28: Se cumplen 17 años sin Sofi. Nos juntamos en Cambaceres y Cabo de Hornos a las 17 horas, pidiendo por su aparición. Tu presencia ayuda. #SeguimosBuscandoASofia”.
La marcha en Río Grande
La concentración de este domingo se realizará en la esquina de Cambaceres y Cabo de Hornos, a las 17 horas, desde donde se iniciará la movilización por las calles céntricas de Río Grande. Será, una vez más, un acto de memoria y de exigencia de justicia.Con el paso de los años, las movilizaciones han perdido masividad. En los primeros aniversarios, cientos de vecinos salían a las calles; hoy, la convocatoria es menor. La familia reconoce ese desgaste, pero insiste en que la causa sigue vigente. “Al principio toda la ciudad nos acompañaba, ahora somos menos, pero seguimos adelante porque no podemos dejar de pedir por Sofía”, señaló María Elena.
Difusión y recompensa
El Ministerio de Seguridad de la Nación mantiene vigente una recompensa millonaria para quien aporte datos certeros que permitan dar con Sofía Herrera. La difusión de su imagen se mantiene en organismos oficiales, medios de comunicación y campañas en redes sociales. También se realizaron proyecciones de rostro para estimar cómo sería su aspecto actual, a los 20 años.La línea 134, gratuita y anónima, sigue siendo el canal oficial habilitado para recibir información sobre su paradero. “No importa si parece un detalle mínimo, pedimos que lo comuniquen. Puede ser la clave que nos falta”, remarcan sus padres.
Un símbolo nacional
El caso de Sofía Herrera se transformó en un símbolo nacional. Representa el dolor de cientos de familias que buscan a sus seres queridos en la Argentina y visibiliza la necesidad de mejorar los protocolos de búsqueda inmediata, especialmente en casos que involucran a menores.
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