
La causa judicial por el fallecimiento de Victoria Abril Prada, una joven que fue atropellada en marzo de 2024, sigue sin avances concretos. A más de un año del hecho, su madre, Brenda Sendra, reclama que se haga justicia y cuestiona que el acusado del siniestro siga en libertad y trabajando como chofer de Uber. “Nos genera impotencia. Él mató a una persona y sigue con su vida normal”, expresó con angustia en Radio Fueguina.
Victoria tenía apenas 20 años. Aquella tarde de marzo de 2024 había salido en su moto y, tras un desperfecto mecánico —según se supo después, se le habría salido la cadena— se detuvo en la extensión de la avenida San Martín, en una zona de reciente inauguración. Pidió ayuda a dos amigos: uno de ellos fue a buscar herramientas para asistirla. Cuando regresó, el accidente ya había ocurrido. Un auto se desvió e impactó contra los jóvenes. Victoria fue arrastrada varios metros y uno de sus acompañantes también resultó herido con fracturas, aunque logró recuperarse con el tiempo.
“Entre comillas fue un accidente, porque un auto no se desvía así porque sí. Hay testigos que aseguran que el conductor perdió el control y se fue directo hacia donde estaban los chicos”, relató Brenda en una entrevista radial. “A mi hija la arrastró. No solo sufrió fracturas en sus piernas, sino que hubo otras lesiones que su cuerpo no pudo resistir”, agregó con la voz entrecortada.
Durante los últimos meses se realizaron pericias médicas como parte de la investigación judicial. La madre explicó que la defensa del acusado intentó instalar la idea de una posible mala praxis médica para desviar la responsabilidad del conductor. Sin embargo, las pericias descartaron esa hipótesis. “Eso fue algo que la defensa intentó hacer circular incluso por redes sociales, pero no prosperó. Quisieron minimizar lo que pasó”, aseguró.
Actualmente, la causa está a la espera del llamado a indagatoria. Según el abogado de la familia, el juicio recién podría comenzar en 2025. “La justicia es lenta. A veces parece que la vida de una persona no vale nada. Mientras tanto, el tipo está suelto, trabajando, yendo de vacaciones, publicando fotos en redes. Es durísimo”, dijo Brenda.
Uno de los datos que más duele a la familia de Victoria es que el acusado continúa en libertad y actualmente trabaja como conductor de Uber. “No hay ninguna medida para impedir que siga manejando, ni preventiva, ni nada. El auto con el que atropelló a mi hija está dado de baja, pero ahora usa otro”, contó.
Consultada sobre si alguna vez lo enfrentó, Brenda respondió que no. “Una vez lo crucé, pero él no me vio. Tampoco lo conocía personalmente, solo por fotos. La verdad es que no sé cómo reaccionaría si lo tuviera enfrente. No es alguien que merezca que le diga algo. El dolor y la bronca están, pero ni siquiera eso vale la pena”.
La pérdida de Victoria dejó una herida imposible de cerrar. “Estamos un poco mejor que al principio, porque uno lo va sobrellevando. Pero hay días malos, muy malos. El dolor no desaparece. Hay días en los que me levanto y no quiero seguir, otros en los que trato de estar bien por mi otro hijo”, compartió.
Brenda tiene otro hijo menor, que también sufre la ausencia de su hermana. “Él también está aprendiendo a convivir con este vacío. Victoria era todo para nosotros. No hay consuelo posible cuando una vida tan joven se va de esta forma”.
Sobre el futuro de la causa, la madre se mostró esperanzada aunque sin demasiadas expectativas: “Ojalá el juicio empiece pronto. Queremos que se haga justicia. No puede ser que alguien mate a otra persona y siga su vida como si nada”.
Finalmente, dejó un mensaje contundente: “No estamos pidiendo venganza, solo justicia. Para Victoria, para nosotros, y para que esto no le pase a otra familia. No puede seguir manejando alguien que le arrebató la vida a una joven”.
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