
Juan Duarte, propietario de una empresa en el Parque Industrial, alertó sobre la preocupante situación ambiental que vive la zona debido a la formación de basurales clandestinos. En diálogo con medios locales, relató que el lugar donde hace siete años instaló su fábrica —en 25 de Mayo 3630, frente al río— se ha transformado en un depósito ilegal de residuos de todo tipo.
“Esto era un lugar limpio, natural, incluso había vecinos que venían a pescar o a pasar la tarde con sus hijos. Era un espacio con mucho potencial, hasta para imaginar un futuro camping. Pero de a poco empezaron a tirar escombros, cascos de autos, colchones, restos de obras, animales muertos y basura domiciliaria. Incluso una vez aparecieron cajas marcadas como residuos patológicos”, detalló Duarte, visiblemente indignado.
Según relató, esta situación no es aislada y se repite en otros puntos del Parque Industrial, como el área detrás del supermercado Diarco. “Lo más grave es que la gente sabe que lo que está haciendo está mal. No tiran basura en la Ruta 3 ni en la avenida San Martín. Lo hacen a escondidas, en lugares con poca circulación, y muchas veces de noche o muy temprano”, denunció.
Pese a los reiterados llamados al Municipio, que responde y realiza la limpieza del sector, Duarte remarcó que la solución no pasa solo por limpiar, sino por frenar el accionar de quienes arrojan los residuos. “La gente de Limpieza Urbana trabaja, eso no se discute. Pero no puede ser que tengan que estar limpiando lo que no deberían. Necesitamos prevención y conciencia”, afirmó.
El comerciante indicó que en varias oportunidades intentó hablar con quienes estaban arrojando basura, y que incluso fue amenazado por exigir respeto por el espacio público. “Es una calle de tierra, pero sigue siendo una calle. No puede ser que haya camiones descargando tierra negra o escombros en plena vía pública”, sostuvo.
Ante la gravedad de la situación, Duarte solicitó formalmente al Municipio la colocación de cartelería que indique la prohibición de arrojar basura y aluda a las sanciones previstas por ordenanza. “Ya pedimos que instalen carteles, porque esto se está saliendo de control. Al principio era cada tanto, ahora es algo cotidiano. Se necesita una medida clara para desalentar estas conductas”, explicó.
El vecino también destacó las consecuencias sanitarias de esta práctica: “Ya hemos visto zorros, roedores, búhos, perros carroñeros. Esto es un foco infeccioso, y si no se actúa, va a empeorar”, advirtió.
Finalmente, Duarte apeló a la responsabilidad individual y colectiva: “No se trata de tener un policía en cada esquina. Se trata de tener conciencia, empatía, y entender que todos merecemos vivir y trabajar en un lugar limpio. El hecho de que estemos en el fondo del Parque Industrial no nos hace menos importantes”.
El pedido ya fue elevado a las autoridades, y vecinos del sector esperan que se instalen pronto los carteles que adviertan sobre las consecuencias legales de arrojar basura. Mientras tanto, desde el sector empresarial local, insisten en que la mejor herramienta sigue siendo el compromiso ciudadano y el respeto por el ambiente.
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