Katy, beneficiaria de RUPE, atraviesa una difícil situación desde hace más de un año: por un desperfecto en la cañería que pasa junto al nicho de gas, se le retiró el medidor como medida preventiva. Desde entonces, permanece sin servicio de gas natural en su domicilio.
“Soy diabética, con una pierna amputada. No me retiraron el medidor por falta de pago, sino por un caño roto. Desde entonces trato de resolver el problema, pero no tengo los medios económicos”, relató en Radio Provincia.
Según explicó, el presupuesto para la reparación incluye la compra de cañerías y artefactos nuevos, ya que de los que tenía sólo el calefón puede reutilizarse. “La cocina no sirve, los calefactores tampoco. Gobierno me ofrece una ayuda de un millón y medio, pero con eso no alcanza, y de RUPE todavía no recibí respuesta. Hace tres meses que espero”, contó.
En la actualidad, Katy se calefacciona únicamente con un radiador eléctrico y utiliza una garrafa para cocinar. “Para bañarme caliento agua en la cocina. No puedo mantener la hornalla encendida de noche, porque es peligroso”, señaló.
Frente a esta realidad, pidió colaboración a la comunidad para poder al menos conseguir una cocina en buen estado, dos calefactores de 2.000 calorías y uno de 3.000. “Con eso podría ir resolviendo, mientras sigo esperando que se destraben las ayudas”, sostuvo.
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