Un hecho de inseguridad ocurrido el viernes por la madrugada conmocionó a la comunidad local, luego de que Melisa, una vecina de Río Grande fuera víctima del robo de su vehículo Fiat Palio, el cual se encontraba dentro de su patio cerrado con rejas y candado.

Según relató en Aire Libre Fm, Melisa había salido a trabajar en horas de la madrugada y, al regresar, notó la ausencia del vehículo. En un primer momento pensó que su marido lo había llevado al taller, pero al confirmar que no era así, descubrieron que el auto había sido robado. “El patio tenía rejas, candado, que era imposible de romper, pero lo hicieron igual. Encima, tenemos cámaras de seguridad que grabaron todo”, explicó.

El vehículo fue sustraído del domicilio ubicado en Islas Malvinas al 2600 y la patente es MAF 776. Gracias a la rápida viralización del caso en redes sociales, vecinos brindaron información clave y el mismo viernes por la tarde, tras varias horas de angustia, fue hallado abandonado en el barrio Austral, sobre la calle Shelknam.

Sin embargo, el hallazgo del auto no trajo alivio inmediato. Durante ese mismo día, Melisa recibió alrededor de diez llamados extorsivos desde números privados y del interior del país, amenazándola con prender fuego el vehículo o “reventar todo” si no entregaba dinero. “Pedían desde 50 mil hasta 200 mil pesos. Una locura. Uno de los delincuentes se olvidó de ocultar el número y eso ya está en manos de la Justicia”, explicó.

El caso está siendo investigado por la Comisaría Quinta y la Fiscalía, donde se están analizando los videos y se realizaron las denuncias correspondientes. “Sabemos que fueron dos hombres, flacos y de más de un metro setenta. Las cámaras no permiten ver sus rostros”, detalló Melisa.

Lamentablemente, aunque el auto fue recuperado, el robo dejó otras secuelas. Dentro del vehículo se encontraban todas las herramientas de trabajo del marido de Melisa. “Se llevaron todo. Hoy no puede trabajar. Fue pura maldad. No quedó nada”, lamentó.

Mientras se esperan los resultados de las pericias de la policía científica para intentar identificar a los responsables, la vecina remarcó el impacto que estos hechos tienen en la vida cotidiana de las personas. “Río Grande ya no es el mismo de antes”, afirmó con tristeza.