
Gastón Roma, ex diputado nacional y actual vocero de una empresa noruega interesada en desarrollar la salmonicultura en Tierra del Fuego, se manifestó a favor de una eventual modificación de la Ley Provincial N°1355, que actualmente prohíbe esta práctica. Según afirmó en declaraciones radiales, la iniciativa abriría las puertas a millonarias inversiones y generaría “mano de obra intensiva” en la provincia.
Roma indicó que antes de la sanción de la norma que vetó la cría de salmones a gran escala en 2021, existía un grupo empresarial con planes avanzados para instalarse en la isla. Aseguró que la ley generó “incertidumbre jurídica” y frenó el potencial ingreso de divisas y oportunidades laborales para los fueguinos.
En su carácter de interlocutor de una firma internacional del rubro, sostuvo que el interés de inversión sigue vigente, siempre y cuando existan reglas claras, condiciones de infraestructura adecuadas y se habilite el acceso al mar. “Estamos trabajando para que esos proyectos puedan desarrollarse. La etapa de engorde de los salmones, en particular del salmón del Atlántico, requiere contacto directo con el agua de mar”, explicó.
La zona de desarrollo ya estaría identificada, y los proyectos incluirían una inversión inicial que, según Roma, puede ser entre seis y siete veces más alta que en sistemas previos, lo que implicaría una fuerte inyección de capital en la provincia. “Hay que generar las condiciones para que los inversores tengan certeza legal y operativa”, agregó.
En relación con las críticas provenientes de sectores científicos y organizaciones ambientalistas como el CADIC, Roma fue contundente: “Faltan a la verdad o tienen otras intenciones. Dicen que solo contamina, que no genera trabajo ni divisas, pero eso es muy fácil de rebatir”.
Además, destacó que se trata de una industria de ciclo continuo, que requiere operarios durante todo el año y puede aportar ingresos tanto para el Estado provincial como para el país, a través de exportaciones. En este sentido, aclaró que la mayoría de la producción estaría destinada a mercados internacionales, dado que el consumo interno de salmón en Argentina es reducido.
Consultado sobre el vínculo entre la firma que representa y el Gobierno nacional, Roma reconoció que no existe afinidad ideológica, pero opinó que eso no debería ser un obstáculo. “El presidente tendrá que adaptarse a una realidad global que avanza en otra dirección”, señaló, sugiriendo que los proyectos pueden progresar más allá de las diferencias políticas.
El debate sobre el desarrollo acuícola y la posible revisión legislativa de la prohibición vigente ha vuelto al centro de la escena política provincial. La discusión gira en torno a si se puede compatibilizar el impulso productivo con la preservación ambiental de uno de los ecosistemas más puros del país.
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