
El presidente del Instituto Fueguino de Turismo (INFUETUR), Dante “Willy” Querciali, expresó preocupación por el impacto que tendrá el cierre temporal del aeropuerto de Río Grande, previsto para los próximos meses por obras de infraestructura.
Según explicó, si los vuelos que actualmente arriban a Río Grande no son redireccionados hacia Ushuaia, habrá una reducción significativa en la cantidad de asientos disponibles para el turismo, ya que muchos de esos pasajes serían utilizados por residentes para traslados internos dentro de la provincia.
“Desde el punto de vista turístico, si esos vuelos no se reconvierten a Ushuaia, perdemos capacidad operativa para recibir visitantes. Y eso va a generar un impacto negativo”, advirtió Querciali.
Si bien reconoció que la obra es necesaria y representa una mejora a largo plazo para la ciudad de Río Grande, afirmó que, hasta el momento, no hay certezas sobre un eventual incremento de frecuencias hacia Ushuaia para compensar la suspensión de operaciones en la terminal riograndense.
“Todo indica que el flujo será derivado vía Ushuaia, como ocurre con Río Gallegos y Calafate, pero aún no hay una confirmación oficial de Aerolíneas Argentinas sobre cómo se reorganizará el esquema de vuelos”, concluyó.
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