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Interes General

Argentinos, cerca de viajar a EEUU sin visa

Sin importar el signo político, a los argentinos nos encanta viajar a los Estados Unidos. En lo que va del siglo algo más de medio millón de nosotros ha estado visitando el país del norte cada año, con la friolera de 1.018.177 connacionales en 2017.

Por población somo el 33° país del mundo, pero por viajes el 16°… a eso es lo que yo llamo “nos encanta”.

Además de la plata (obvio), el principal escollo para ir suele ser algo que hace correr frío por la espalda de todos los argentinos: la visa. Después de todo, famosos como Diego Maradona, han visto vedada su entrada a la mayor potencia del mundo.

La plata

Mas allá de la situación personal de cada uno, pareciera existir una relación inversa entre el valor del dólar (en pesos) y la propensión a tomarnos el avión a Miami, Nueva York o Los Angeles.

Aunque a los integrantes del gobierno -este o cualquier otro- no les gusta lo que voy a decir, como se ve en el gráfico, un dólar “barato” (en pesos) se asocia a más viajes hacia el norte y un dólar “caro” a menos.

En los primeros seis meses de este año, 413.615 argentinos ya viajaron a los EEUU el máximo desde el segundo semestre de 2019. Si todo va bien, 2025 finalizaría con más de 850.000 viajeros, el quinto (peleando el cuarto) año con el mayor numero de visitantes en la historia.

La responsable de emitir las visas de entrada a los “States” es la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de los EEUU (acá hablamos de Visas de Turista, B1/B2).

Los argentinos que tenemos el permiso de visita rondamos los 2,5 millones, casi el 6% de la población, esto sin contar aquellos de otras nacionalidades que ingresan mediante un ESTA (Electronic System for Travel Authorization).

La ESTA

Lo de la ESTA merece alguna aclaración.

Primero, solo se aplica a los ciudadanos de alguno de los 42 países con los que los EEUU ha firmado un Visa Waiver Program.

Así que si usted no es ciudadano de Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Brunéi, Chile (el único país latinoamericano), Croacia, Republica Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Latvia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Mónaco, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, , Polonia, Portugal, Qatar, San Marino, Singapur, Eslovaquia, Eslovenia, Corea del Sur, España, Suecia, Suiza, Taiwán, o el Reino Unido, olvídese -al menos por ahora- del asunto y pida una Visa.

La tasa de rechazo es baja, pero si visitó Cuba, a partir de 2021, o Corea del Norte, Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudan, Siria o Yemen desde 2011, no se la van a dar, y como con la VISA, si se la niegan “está en horno”, ya que no existe ningún procedimiento de apelación.

La ESTA, la que se solicita vía Internet (esta.cbp.dhs.gov) no requiere ninguna entrevista, la emite el “U.S. Deparment of Homeland Secutity” (DHS) a través del “Customs and Border Protection Agency” (DHS), normalmente dentro de las 72 horas e incluso de manera inmediata (la Visa es siempre una incógnita cuando tardará). Todo lo que hacen es revisar que uno no figure en ninguna de las listas de terroristas y criminales (TSDS, TECS, ATS, Interpol, etc.).

Tal vez la mayor ventaja es su precio, u$s21, aunque tiene el inconveniente que solo rige por dos años y si bien permite múltiples ingresos, las estadías no puede superar 90 días, que no son prorrogables (la Visa para los argentinos cuesta u$s185, dura 10 años, normalmente la estadía es por 120 días, prorrogables). La otra cuestión es que la tasa de rechazo al llegar a los EE.UU. es mayor que la de los que portan una visa y como es revisada de manera continua contra las bases de datos, puede haber modificaciones que no nos enteramos si el estatus de uno cambió).

Visa o ESTA, si planea viajar, es mejor que se apure. Todavía no tenemos fecha, pero a partir del momento en que se aplique la “Visa Integrity Fee” (podría ser algún momento entre diciembre y fines de 2026), la visa norteamericana treparía a u$s435; u$s185+u$s250 (que se ajustaran anualmente por inflación); siendo el nuevo cargo reintegrable una vez que se compruebe que el visitante cumplió con todas las condiciones de no inmigrante, al vencer la visa (¡10 años!). En el caso de la ESTA su costo subirá a u$s40, sin la chance de reintegro.

¡Ah! atenti que ni la ESTA ni la Visa son permisos de entrada a los Estados Unidos, esto lo concede el oficial de la CBP en el lugar de arribo, y hasta que no lo tengamos estaremos dentro del aeropuerto en una nebulosa legal -no habremos entrado al país y por lo tanto no rige la Constitución- donde prácticamente no tendremos ningún recurso legal y la CBP y el DHS son cuasi soberanos, así que pórtese bien.

Menem lo hizo

Y si, Carlos Menem lo hizo. En 1988 los EEUU comenzó un programa piloto para autorizar a que los ciudadanos de países amigos ingresaran al país sin necesidad de una visa.

En 1996, merced a sus “Relaciones Carnales” la Argentina fue el primer país de América Latina en integrarse al “Visa Waiver Program” y durante 6 años los argentinos pudimos visitar los EE.UU. sin necesidad de una Visa. En aquella época, tampoco hacía falta un ESTA (se implementó en 2009), solo con mostrar el pasaporte argentino se pasaba.

El 21 de febrero de 2002 la crisis y el consecuente peligro de una inmigración masiva de argentinos (el Immigration and Naturalization Service, INS, comenzó a registrar un alarmante incremento en el número de argentinos que se “sobrequedaban” mas allá de los 90 días autorizados), sumada a la paranoia desatada por los ataques del 9 de septiembre del año anterior, llevaron a que el Departamento de Justicia dictaminara que la participación argentina en el VWP era “inconsistente con el interés norteamericano en aplicar las leyes de inmigración”, así que: “su ruta” y desde entonces los argentinos tuvimos que volver a pedir una Visa para viajar (al año siguiente le tocó a Uruguay; ningún otro país ha sido expulsado del VWP).

¿Cuánto hubo en esto de política? Es difícil saberlo, lo que es claro es que ni con gobiernos “amigables” como el de Mauricio Macri o Luis A. Lacalle Pou, nuestros países recuperaron su estatus previo.

Como entrar en el VWP, o no tener que pagar una Visa.

Para ser elegible, un país debe

Ofrecer derechos recíprocos a los ciudadanos norteamericanos

haber tenido una tasa de rechazo de visa de visitante no inmigrante6 de menos del 3% durante el año anterior o un porcentaje promedio menor durante los dos años fiscales anteriores

emitir pasaportes electrónicos legibles por máquina que contengan un identificador biométrico (e-passports)

certificar que emite documentos de visa resistentes a la manipulación y legibles por máquina que incorporen identificadores biométricos y sean verificables en el puerto de entrada del país

certificar que cuenta con mecanismos para validar pasaportes legibles por máquina y pasaportes electrónicos en cada puerto de entrada

Celebrar un acuerdo con los Estados Unidos para informar o poner a disposición a través de la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) información sobre el robo o la pérdida de pasaportes a más tardar 24 horas después de que se informe el robo o la pérdida al país VWP.

certificar, en la medida máxima permitida por sus leyes, que está examinando a cada ciudadano extranjero que ingresa o sale, utilizando bases de datos y avisos pertinentes de INTERPOL, u otros medios designados por el Secretario de Seguridad Nacional (este requisito solo se aplica a países que tienen un aeropuerto internacional)

aceptar la repatriación de cualquier ciudadano, ex ciudadano o nacional contra quien se emita una orden final de expulsión de los Estados Unidos a más tardar tres semanas después de que se emita la orden

Celebrar y aplicar plenamente un acuerdo con los Estados Unidos para compartir información sobre si un ciudadano que viaja a los Estados Unidos representa una amenaza para la seguridad o el bienestar de los Estados Unidos.

se determine, por el Secretario de Seguridad Nacional, en consulta con el Secretario de Estado, que no compromete los intereses de seguridad o cumplimiento de la ley de los Estados Unidos por su inclusión en el programa

Una vez cumplimentado esto, el Secretario de Estado debe hacer una nominación formal con lo que el Department of Homeland Security (DHS) puede iniciar una revisión final y certificar que el país aspirante cumple con todos los requisitos.

Lo firma el presidente, y listo.

Un amigo es un amigo

Tal vez el mayor inconveniente que enfrenta el país para entrar en el VWP sea la tasa de rechazos que sufren los pedidos de Visa, que el año pasado ascendió a 8.9%, el máximo desde que en 2006 se comenzó a hacer pública la información.

Podríamos pensar que esto tuvo que ver con la relación Milei/Biden, pero en 2023 (administración Fernández) los rechazos ya habían saltado al 8.21%

Esto es mucho si tenemos en cuenta que durante el segundo gobierno de CFK promedió 1.69%, con Mauricio Macri 1.93% y con Alberto Fernández 4.24%, pero coloca al país como el segundo mejor posicionado en América Latina, detrás de Uruguay (2.63%): México, 13.9%, Brasil, 15.5%, Paraguay, 18.1%, Perú, 21.3%, Colombia, 24.7%, Bolivia 28.9%, Ecuador 37%, etc.

Claro que no todo está escrito en piedra. La simpatía entre los EE.UU. y la Argentina, o si se quiere de manera más precisa, entre Donald Trump y Javier Milei, es harto conocida.

En octubre de 2008 -administración George W. Bush- el Congreso norteamericano sancionó una dispensa (vigente hasta Julio 2009) que permitió incorporar al VWP a países que, si bien no cumplían todos los requisitos legales, tenían una tasa baja de ciudadanos que se quedaban en los EEUU vencidos sus permisos y cuya tasa de rechazo de visas era declinante y menor al 10% en el año previo. Esto permitió que ocho países ingresaran al programa.

Un antecedente más interesante es Israel. La ley israelí no permitía compartir las huellas dactilares y otros datos biométricos con otros países, lo que se salvó en 2017 con un acuerdo para informar los datos de aquellos con antecedentes criminales. La tasa de rechazo de visas osciló históricamente entre el 3% y el 8.6%, pero “maravillosamente” en 2022 cayó al 2.27% del 4.92% del año previo. Otro problema, tal vez mas grande, fue el tratamiento a los norteamericanos de ascendencia árabe, que finalmente lograron entrar a Israel sin Visa.

Una observación para evitar especulaciones. Mas allá de las prohibiciones (esto lo inició Ronald Reagan en 1986, con las sanciones a Cuba), en general los presidentes yanquis no se entrometen demasiado en estas cosas.

Este 4 de junio Trump decretó la suspensión de visas para los ciudadanos de 12 países y restricciones parciales para otros 7. En su primer gobierno habían sido 7 países (Biden derogó el decreto).

En un sentido contrario, a pesar de su evidente simpatía por Israel, la tasa de rechazo de visas durante aquella administración creció sin pausa del 4.09% al 6.52%, retrocediendo durante los dos primeros años de la gestión de Joe Biden hasta caer debajo del 3%, cuando Israel pudo finalmente ingresar al VWP.

Los candidatos

En este momento se estima que hay seis países en lista de espera para entrar en el VWP: Nosotros, Brasil, Bulgaria, Chipre, Rumania y Uruguay.

Si bien formalmente no está entre los requisitos (hay una movida en el Congreso norteamericano para incorporarlo), informalmente el nivel de “overstay” de los ciudadanos de un país sería uno de los obstáculos que dificultan el ingreso al VWP.

Los datos vienen atrasados en un año, pero en contra de lo que podría creerse, en esto Argentina no esta tan mal: según los números oficiales en 2020 0.69/0.66% de los visitantes a los EE.UU. se quedaron más tiempo del debido -¿haciendo de jardineros y lavacopas?-; en 2021 fueron 2.05/1.9%; en 2022 1.38/1.29% y en 2023 0.97%/0.91%. En todos los casos esto es significativamente inferior a lo de Uruguay y Brasil.

Hasta el año pasado el candidato mas firme era Uruguay, que había firmado una serie de acuerdo durante la gestión de Luis Lacalle Pou y cuya tasa de rechazo había caído a 2.63% el año pasado. Ojo, lo del 3% es una condición necesaria pero no suficiente, durante la segunda presidencia de CFK el rechazo promedió 1.69% por año y durante la Macrista 1.93% -Macri “hizo fuerza”, lo hablo con Barak Obama en 2016, pero no lo logró- , sin que se avanzara hacia el ESTA.

Con la asunción de Yamandú Orsi, alineado claramente con “Lula” en lo político y China en lo económico, las cosas parecen haber entrado en un congelador -lo lamento, Uruguay- y Argentina saltó al primer lugar de la lista (lo de los candidatos Europeos corre por una cuestión con la Unión europea)

¿Qué necesitamos? La cuestión de los pasaportes está bien, faltaría alguna automatización en los aeropuertos (los “totem”), mejorar el acceso a las bases de datos y firmar los acuerdos que faltan, que ya están en marcha.

El principal escollo es la tasa de rechazos a las visas, que debería caer de manera significativa.

Como vecino de la nueva oficina del consulado yanqui en la avenida Córdoba, me veo obligado a sortear muchas veces la marea de personas y familias haciendo fila para conseguir su ansiada visa.

Sin ninguna ciencia tomé la costumbre de preguntar a la gente “cómo le fue”, y del “cómo le fue”, pareciera que la tasa de rechazos ha caído a la zona del 5-4%.

Lo dicho, esto no tienen ninguna validez, pero si la tuviere habla que para 2027 los Argentinos estaremos en condiciones de ingresar otra vez a los EEUU sin necesidad de una visa... claro que esto es, como siempre, dependiendo de las sorpresas a las que nos tienen acostumbrado Donald Trump.

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