
En los últimos 15 años, Río Grande experimentó una drástica caída en la cantidad de nacimientos, siguiendo una tendencia que preocupa tanto a nivel local como global. Según datos oficiales, en 2010 se registraron 1.316 partos, mientras que en 2024 la cifra descendió a 694. En lo que va de 2025, se contabilizan apenas 406 nacimientos.
En diálogo con el programa “Un Gran Día” por Radio Fueguina, el ginecólogo Alberto Núñez analizó este fenómeno y sus posibles causas. “En los medios estuvo hablando una socióloga e indicó que es un fenómeno mundial, sobre todo en los países del primer mundo, industrializado, donde ya hace tiempo que se viene observando esto y está trayendo problemas”, señaló.
El especialista detalló la evolución de las cifras: “En 2010, la cantidad de partos fue de 1.316; en 2020, bajó a 1.101; en 2021, a 992; en 2022, a 861; en 2023, a 849; y en 2024, solamente 694 nacimientos”. Además, advirtió que la tendencia no se detiene: “A este ritmo, en lo que va de 2025, se registraron únicamente 406 nacimientos”.
Sobre las razones que explican este descenso, Núñez mencionó varios factores. “Antes teníamos muchos nacimientos en personas por debajo de los 18 años, que era una preocupación sanitaria en Río Grande, por ejemplo”, comentó, aunque remarcó que esa realidad cambió. “La mujer hoy busca su lugar en el mundo del trabajo, lo cual no era tan frecuente antes, y eso lleva a postergar la maternidad, que sigue siendo óptima en los 20 y 30 años”.
También señaló que el contexto económico influye en la decisión de tener hijos: “Las dificultades económicas, las necesidades básicas, y que los hijos quieren tener su propia vivienda, vacaciones, viajes, llevan a las parejas a postergar o decidir no tener hijos”.
Por último, advirtió que opciones como la congelación de óvulos siguen siendo limitadas en la provincia. “Eso es caro y no está al alcance de todos”, afirmó.
La reducción en la natalidad plantea desafíos para el futuro inmediato y obliga a reflexionar sobre cómo estas transformaciones sociales, culturales y económicas impactan en la estructura familiar y en la proyección demográfica de la provincia.
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