Tras una sesión extensa y cargada de negociaciones, la Cámara alta aprobó en general la ley de Presupuesto para el ejercicio 2026, habilitando al Ejecutivo nacional a contar por primera vez con una herramienta presupuestaria propia desde el inicio de la actual gestión.
La iniciativa fue avalada con 46 votos afirmativos, 25 negativos y una abstención, un resultado que reflejó un respaldo transversal que excedió al oficialismo y dejó expuestas fisuras internas en varios bloques opositores.
Un cierre legislativo clave para la Casa Rosada
Para el Gobierno, la sanción representó algo más que la aprobación de números fiscales: significó una señal política de gobernabilidad, orden macroeconómico y previsibilidad ante actores económicos y financieros.El respaldo provino no solo de La Libertad Avanza, sino también de sectores del PRO, parte del radicalismo y bloques provinciales, además del acompañamiento de un grupo de senadores que rompieron la disciplina del peronismo, configurando una votación fragmentada dentro de la oposición tradicional.
Debate largo, formato especial y tensión contenida
La discusión comenzó pasado el mediodía, dentro del esquema de sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo. El oficialismo impulsó que el tratamiento se hiciera por capítulos, una estrategia orientada a evitar cambios de fondo que obligaran a devolver el proyecto a Diputados y demoraran su sanción definitiva.Si bien el clima fue tenso durante buena parte del debate, la arquitectura parlamentaria diseñada por el Gobierno logró sostener la iniciativa sin modificaciones sustanciales.
Los artículos que encendieron la polémica
Uno de los puntos más cuestionados fue la eliminación de los pisos legales de financiamiento para educación, ciencia, tecnología, educación técnica y defensa. Este cambio, incorporado en el artículo 30, fue aprobado pese al rechazo de una parte del radicalismo y del peronismo, que advirtieron sobre el impacto estructural del ajuste en áreas estratégicas.También generó fuertes críticas la cláusula que faculta a la Secretaría de Educación a suspender transferencias a universidades nacionales ante supuestas inconsistencias en la información financiera, una herramienta que sectores académicos consideran un mecanismo de presión política.
Las proyecciones económicas que fija la ley
El Presupuesto aprobado traza un escenario macroeconómico con metas ambiciosas para 2026. Entre los principales supuestos figuran:
- Crecimiento económico del 5%.
- Inflación anual del 10,1%.
- Tipo de cambio oficial proyectado en $1.423 para diciembre.
- Superávit primario del 1,5% del PBI y financiero del 0,2%.
- Aumento de exportaciones del 10,6% e importaciones del 11%.
- Expansión de la inversión del 9,4% y del consumo privado del 4,9%.
- Incremento moderado del consumo público del 1,2%.
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