La mamá de Denis Torres, la enfermera que perdió la vida en el siniestro aéreo ocurrido el 1 de julio de 2022 en Río Grande, expresó sus sensaciones tras conocerse el procesamiento en primera instancia dictado por la Justicia Federal.
“Fue una sorpresa, aunque la espera es muy larga. Hay mucha burocracia, lo hemos visto estos años”, señaló Mónica Ferrara, aludiendo al tiempo transcurrido desde la tragedia y a la necesidad de respuestas concretas por parte del sistema judicial.
Ferrara aseguró que, para ella y su familia, el principal anhelo hoy es poder transitar el dolor con algo de calma: “Queremos duelar en paz, porque el duelo de una hija nunca se termina y lo que ahora nos moviliza es que se haga justicia”.
En medio de ese proceso, destacó el acompañamiento que viene recibiendo de su entorno más cercano y, en particular, de las amistades de Denis, que continúan presentes: se mostró agradecida con quienes no la dejaron sola y siguen reclamando verdad y justicia junto a ella.
La mujer también se refirió a la futura instancia del juicio oral y remarcó que le resulta indiferente el lugar geográfico donde finalmente se realice. Recordó, además, que en una de sus visitas a Río Grande percibió un fuerte respaldo institucional y social: dijo haber sentido mucha empatía de parte de la jueza Mariel Borruto y de la comunidad en general.
En cuanto al avance de la causa, el auto de procesamiento de la Justicia Federal recayó sobre seis personas ligadas al mantenimiento de la aeronave: Rubén Barbosa, representante técnico; Dino Sánchez, inspector; Javier Galera, mecánico; Miguel Velárdez, mecánico; Adrián Echeverría, mecánico; y Daniel Jablowsky, gerente de la empresa Air Delta, encargada del servicio técnico.
Las imputaciones apuntan a supuestas conductas de negligencia e imprudencia en tareas técnicas esenciales, al incumplimiento de procedimientos obligatorios y a la falta de verificación de un dispositivo clave, cuya ausencia habría sido determinante para que se produjera el accidente.
En la tragedia perdieron la vida cuatro personas: el piloto Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vítorez, el médico Diego Solfi y la enfermera Denis Torres. Detrás de cada nombre, insiste Ferrara, hay familias que siguen esperando que la Justicia avance y que el caso no quede impune.
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