
El 20 de noviembre se libró sobre el margen derecho del Río Paraná (lo que hoy es el norte de Buenos Aires) la Batalla de Vuelta de Obligado, que marcó un antes y un después para los argentinos. Ese día los soldados locales repelieron la invasión del ejército anglo-francés que pretendía colonizar los territorios argentinos.
Juan Manuel de Rosas, que gobernaba entonces la Confederación Argentina, respaldado por el general José de San Martín -exiliado en Francia-, preparó una resistencia e impidió el ingreso de las fuerzas invasoras que intentaban ingresar por el Paraná.
Las tropas nacionales, que estaban al mando de Lucio Mansilla, se anticiparon a los movimientos enemigos en un recodo de ese río: la Vuelta de Obligado, que hoy es una localidad del partido de San Pedro.
La batalla duró siete horas y, aunque las fuerzas locales eran menores en número y en modernidad de armamentos, lograron evitar la invasión adversaria y lograron así garantizar la soberanía nacional.
Luego del enfrentamiento se firmó un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña y ese día quedó en la historia como un símbolo de independencia.
Cabe destacar que el Día de la Soberanía Nacional se celebra en Argentina recién a partir de 1974 y que desde 2010 esta fecha es considerada feriado.
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