
El diputado nacional por Unión por la Patria, Koki Araujo, expresó su profunda preocupación por la crisis que atraviesa la industria electrónica de Tierra del Fuego tras las medidas adoptadas por el Gobierno nacional. En diálogo con Minuto Fueguino, sostuvo que el escenario es alarmante y que la única forma de revertirlo es con el pueblo movilizado, en unidad y en la calle.
Araujo aseguró que junto a su equipo de trabajo ya comenzaron a avanzar en distintas gestiones para convocar una mesa general con todos los sectores, con el objetivo de generar acciones concretas en defensa de los trabajadores y de la economía provincial. Lamentó que mientras se intenta construir diálogo desde el bloque de Unión por la Patria, el oficialismo nacional haya cerrado todas las vías de comunicación con quienes representan a la oposición. “Nos coartan el derecho a opinar o a proponer una salida. No nos dan espacio”, expresó.
El legislador reconoció el impacto emocional y económico de lo que está sucediendo. Afirmó que siente tristeza por el golpe que está recibiendo la provincia, pero al mismo tiempo esperanza al ver a la comunidad movilizada. “Ver a la gente en la calle, luchando, resistiendo, es lo que nos da fuerzas. Como bien dijo el secretario general de la UOM, la resistencia debe comenzar en Tierra del Fuego”, subrayó.
Araujo recordó el daño que provocó la desarticulación de la industria textil, que dejó trabajadores en la calle y empresas que debieron abandonar la isla, y alertó que el impacto sobre el sector electrónico podría ser aún mayor si no se logra frenar el avance de las medidas. “Esto no es sólo un tema de fábricas. Es un golpe a toda la estructura económica y social fueguina”, advirtió.
En ese marco, fue crítico con algunos representantes políticos fueguinos que acompañaron con su voto las leyes que hoy permiten al Ejecutivo avanzar sin pasar por el Congreso. “Muchos votaron el DNU, la Ley Bases, el Decreto 70/23. Hoy salen en los medios a decir que defienden la provincia, pero están borrando con el codo lo que escribieron con la mano”, lanzó.
Consultado sobre propuestas locales que sugieren bajar impuestos provinciales y municipales a cambio de sostener los puestos de trabajo, Araujo fue tajante al calificarlas como “una locura”. Aseguró que quienes impulsan esas ideas no tienen poder real de decisión, y que las medidas vienen impuestas desde el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional.
Araujo remarcó que la caída del régimen industrial no solo afectará a los trabajadores de las plantas, sino que tendrá un efecto en cadena sobre toda la comunidad: transporte, comercios, despensas, kioscos y pequeños proveedores. “Si se paraliza la industria, se cae el consumo. Esto nos afecta a todos. No es solo porque uno tenga un familiar que trabaja en una fábrica. Es toda la economía la que entra en crisis”, explicó.
Por eso, reafirmó su propuesta de conformar una gran mesa de diálogo que incluya a todos los sectores, más allá de las diferencias ideológicas o partidarias. “La defensa de la industria fueguina tiene que ser una causa común. Así como nos une la soberanía sobre Malvinas, hoy la producción fueguina también debe unirnos”, afirmó.
Finalmente, expresó su deseo de que todo esto sea apenas una maniobra electoral del Gobierno nacional para captar votos en las elecciones legislativas del domingo. “Ojalá esto sea solo un intento de ganar con el llamado ‘voto iPhone’ y que el lunes se sienten a dialogar. Pero mientras tanto, hay que seguir en la calle y con la lucha activa”.
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