
En medio de un intenso debate sobre la salmonicultura en Tierra del Fuego, el contador Ramón Gallardo dialogó con Aire Libre y ofreció una visión diferente sobre la explotación de los recursos naturales en la provincia, destacando tanto los beneficios económicos como los cuidados ambientales necesarios.
“En primer lugar, no comparto los extremismos. Sé que hay que cuidar el medio ambiente, nadie es tonto acá, pero siempre que hablamos de una explotación debemos hacerlo con criterio de sustentabilidad”, señaló Gallardo durante la entrevista.
El contador criticó la postura de algunos sectores ecologistas que, a su juicio, limitan las posibilidades de desarrollo: “Si seguimos con ese criterio, no podríamos tener ganado, puertos, aviones ni autos, porque todo contamina. Entonces, ¿de qué viviríamos?”, preguntó.
Gallardo resaltó además la difícil situación laboral de Tierra del Fuego. Según datos del INDEC, en el primer semestre de 2024 el 48,5% de la población vivía bajo el nivel de pobreza y un 10,5% era indigente. “Tenemos 90.000 personas bajo el nivel de pobreza y 9.200 indigentes. Al mismo tiempo, el régimen industrial perdió más de 8.000 empleos mientras la población creció casi un 46%”, explicó.
Para Gallardo, la salmonicultura y otros proyectos productivos podrían ofrecer soluciones: “No podemos quedarnos con los brazos cruzados. Mientras existan organismos de control, la explotación de recursos naturales con criterios de sustentabilidad es viable y necesaria”.
El contador comparó la situación con la región chilena de Magallanes: “Ellos, con una población similar, tienen ocupación plena. En 2024 exportaron 1.200 millones de dólares, de los cuales 630 millones corresponden a salmones, mientras que nosotros solo alcanzamos 413 millones, principalmente en petróleo y gas”.
En cuanto al dictamen sobre la salmonicultura, Gallardo subrayó la importancia de equilibrar ecología y desarrollo: “Si alguien se sobrepasó, existen multas y controles. Pero no pongamos tantos palos en la rueda cuando la provincia necesita absorber mano de obra y generar empleo, especialmente en Río Grande”.
El debate continuará en la legislatura fueguina, luego de que la presidenta de la Comisión de Ambiente, Laura Colosso, renunciara a su cargo por diferencias en la aprobación del proyecto.
“Terminan el secundario y no saben qué hacer porque no consiguen trabajo. ¿Qué vamos a hacer, seguir dando una bolsa de pan y quitando dignidad a las personas? Necesitamos ofrecer empleo”, concluyó Gallardo.
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