
El conflicto laboral a bordo del buque pesquero Tai An, de bandera argentina y capitales chinos, sumó un nuevo capítulo. La empresa Prodesur S.A., propiedad del empresario Liu Zhijiang, decidió despedir a 43 marineros, mientras que el resto de la tripulación continúa sin percibir los salarios correspondientes al mes de septiembre.
Desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) denunciaron ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia la reiterada falta de pago de haberes, así como el incumplimiento de los aportes y contribuciones previstas por la Ley 23.660, que regula el sistema de obras sociales.
“El chino Liu despidió a los 43 marineros que estaban reclamando lo que les debían y a los que quedaron tampoco les pagan el sueldo”, relató un tripulante en diálogo con el portal Ushuaia 24, al describir la crítica situación económica que atraviesan los trabajadores.
Denuncias formales del gremio
En un documento firmado por el delegado gremial Raúl Suárez, el SOMU advirtió sobre “el accionar temerario y malicioso de esta empresa en particular, que ha sido denunciada sistemáticamente por esta entidad gremial”.El sindicato remarcó que la firma incurre mes a mes en los mismos incumplimientos, afectando gravemente la estabilidad laboral y familiar de los marineros.
Además, desde el gremio señalaron que la falta de aportes a la obra social deja a los trabajadores y sus familias sin cobertura médica, en plena temporada de actividad pesquera.
Un conflicto que se agrava
El enfrentamiento entre los trabajadores y la empresa no es nuevo. En septiembre, los tripulantes ya habían denunciado atrasos salariales, horas extras impagas y falta de aportes previsionales.“No fue un reclamo de aumento salarial, fue reclamar lo que se estaba adeudando”, expresó uno de los trabajadores.El antecedente más grave se remonta a 2024, cuando el Tai An fue sancionado por pescar ilegalmente 39 toneladas de merluza negra, lo que derivó en una prohibición de despacho de pesca por 45 días y una multa superior a 56 millones de pesos.
Desde entonces, los marineros aseguran que la empresa comenzó a incumplir sistemáticamente con sus obligaciones laborales, utilizando la sanción como argumento para justificar los retrasos y la falta de pagos.
“Ese trabajo se hizo, pero no nos pagaron porque empezaron a decir que el barco estaba parado por la sanción. Usaron eso como excusa y comenzaron a pagar fuera de término, sin obra social ni aportes jubilatorios”, recordó uno de los afectados.
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