
En el día de ayer el gobernador Gustavo Melella encabezó un encuentro multisectorial para analizar la situación general de la provincia y del país. Estuvo acompañado de la vicegobernadora Mónica Urquiza y los principales referentes del gabinete provincial.
En el encuentro el mandatario dio a conocer uno de los proyectos que tiene en mente y que buscará impulsar a través del parlamento fueguino: poner tope a las jubilaciones.
“Vamos a presentar una ley para poner tope a las jubilaciones y que haya un fondo solidario al que aporten los privilegiados” sostuvo Melella en la reunión donde estuvieron presentes diversos sectores gremiales, cámaras, autoridades del orden nacional, provincial y local y representantes de sectores sociales, empresariales y políticos de toda la provincia.
Oportunidad en la que se dio a conocer el estado de la Caja de Previsión Social de la provincia de Tierra del Fuego y sus datos más importantes.
Hay 6861 beneficiarios. El 70% son jubilaciones ordinarias.
La jubilación más alta: Es de $401.940. En total, 12 pasivos cobran más de $300 mil y hay 22 “jubilaciones extraordinarias”.
La edad promedio en la que se jubilan es de 50 años y la edad promedio de los jubilados fueguinos hoy es de 60 años.
Del total de jubilados, el 59.9% de los beneficiarios es mujer. Sin embargo, se llevan solo el 54.3% de los haberes totales.
En promedio, la jubilación de los hombres es de $63 mil y la de las mujeres de $53 mil
Del total de jubilados, 1170 no residen en la provincia de Tierra del Fuego. En su mayoría están en Buenos Aires (277), Capital Federal (211) y Córdoba (287).
En este sentido, en su discurso, el gobernador indicó “Cobran más de $200 mil, $300 mil y ni siquiera viven en nuestra provincia; esto no es justo”, en clara referencia a los jubilados que más dinero perciben por la Caja de Tierra del Fuego y que en algunos casos tienen haberes que superan los $330 mil.
“Hay quienes se han beneficiado y se han jubilado con privilegios”, continuó el Gobernador, y, sin vueltas, aclaró: “no es la solución, pero es un gesto político”, y añadió que “Hubo gente que estuvo cuatro o cinco años, ni siquiera puso domicilio en Tierra del Fuego y ahora pasea por el mundo con los recursos de los fueguinos”.
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