Desde la estancia Las Violetas, en Tierra del Fuego, el empresario Sulko Romero promueve un proyecto que combina innovación, sostenibilidad y desarrollo económico local: la cría de salmones en tierra firme. A través de un sistema de circuito cerrado y una estructura diseñada para evitar impactos sobre ríos y lagos, la iniciativa se presenta como una alternativa moderna y controlada frente al modelo de salmonicultura en el mar.
El proyecto, que lleva más de cuatro años de planificación y estudios, contempla la instalación de piletones sobre tierra, acompañados de una planta de tratamiento que permite reutilizar el agua luego de su depuración. Según Romero, la renovación hídrica se realizará sin necesidad de bombeo constante, aprovechando los ciclos naturales de las mareas para alimentar el sistema.
“Se trata de un esquema que no depende de cuerpos naturales de agua. Es un circuito cerrado, seguro, y que no contamina”, afirmó Romero, quien subrayó el rol del proyecto como generador de oportunidades laborales y de valor agregado con insumos locales.
Uno de los puntos distintivos del emprendimiento es su compromiso con el aprovechamiento de los residuos orgánicos. En lugar de desecharlos, se utilizarán como fertilizante para mejorar la calidad de los suelos fueguinos. “Nuestros campos necesitan nitrógeno y fósforo. El abono natural que proviene de los peces es mucho más valioso que la urea industrial”, explicó.
En este sentido, Romero destacó la sinergia con otros sectores productivos: “Con esta materia orgánica alimentamos nuestras pasturas. Esto beneficia también a la ganadería. Es parte de una mirada integral del desarrollo”.
Además, hizo énfasis en la importancia de reconocer y apoyar proyectos que sumen empleo en la provincia, sin importar la escala: “No se puede subestimar una iniciativa porque genere más o menos puestos de trabajo. Cada oportunidad laboral cuenta, cada familia que accede a un ingreso digno es un paso adelante”, expresó con firmeza.
Romero insiste en que el freno a este tipo de propuestas no puede venir de quienes desconocen su impacto real. “El desarrollo no se puede paralizar por opiniones que restan en lugar de construir. Esto no es solo negocio, es una visión para Tierra del Fuego”, concluyó.
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