El secretario general del Sindicato Unido de Peones de Taxi de Río Grande (SUPeTax), Sebastián Ríos, dialogó con Minuto Fueguino y expresó su preocupación por la situación del sector, marcado por la precarización laboral, la falta de regulación en el transporte y el impacto económico sobre los trabajadores.
“Estamos cerrando otro año con la misma situación que venimos arrastrando hace casi tres años. La economía está hecha pedazos, y nosotros vivimos el día a día del trabajador común: el que va al kiosco, el que trabaja en la fábrica o cuida a los chicos. Si eso está mal, nosotros estamos peor”, señaló Ríos.
El dirigente remarcó que la realidad de los choferes es crítica. “Hoy tenemos compañeros que se están llevando 10, 12 o 15 mil pesos. Es feo y doloroso escucharlo”, afirmó, y adelantó que el gremio busca alternativas para revertir esa situación.
En relación con la discusión por las aplicaciones de transporte, Ríos fue contundente: “Nosotros fuimos los primeros que peleamos una ordenanza para frenar a Uber. Escuchar ahora a algunos que hace dos años pedían que no se habilite y hoy quieren regularlo es una falta de respeto. Hablan sin fundamento”.
El referente de SUPeTax también advirtió sobre la precariedad laboral dentro del propio sistema de taxis y remises. “Más del 80% de los choferes está en negro. Venimos peleando desde hace años por la regularización y el blanqueo. No se puede salir a pedir que se blanquee a otros si uno no tiene a los suyos en regla”, enfatizó.
Según Ríos, en la ciudad hay “alrededor de 612 choferes activos” y deberían ser cerca de 800 conforme a la ordenanza vigente. “Hay muchos que no cumplen por la situación que se vive. El resto está a la buena de ellos”, indicó.
El dirigente señaló que la prioridad del gremio es mejorar las condiciones laborales y la calidad del servicio. “Primero nuestros choferes, después el resto. No podés exigirle a alguien que haga algo si vos no lo estás haciendo. Primero hay que limpiar la casa y después salir a limpiar el barrio”, expresó.
Ríos confirmó además que el sindicato trabaja en la elaboración de un proyecto propio para regular las aplicaciones, tomando como referencia la experiencia del gremio de Córdoba. “Lo estamos evaluando con nuestra parte legal y con los compañeros. No es algo que se resuelva de un día para otro, hay que adaptarlo a la realidad de nuestra ciudad”, explicó.
Finalmente, hizo referencia a los costos del trabajo y la pérdida de rentabilidad del sector. “Un chofer me dice que se lleva 28 mil pesos, y con seis aumentos de combustible en menos de un mes no alcanza. Está todo tan caro que ni siquiera se puede amortizar el gasto del vehículo. Nosotros no estamos en contra de nadie, estamos a favor de que se preste un buen servicio y de que los choferes estén regulados como corresponde”, concluyó
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