El escultor riograndense Osvaldo Olgiati, autor de muchas de las esculturas que embellecen la ciudad de Río Grande, habló sobre su trabajo, su pasión por el arte y la restauración de las piezas que forman parte del patrimonio local.
En diálogo con Radio Fueguina, Olgiati contó que actualmente trabaja en su taller del Parque Industrial, combinando la herrería con la creación artística. “En este momento estoy haciendo una escultura en hierro. Es un trabajo personal, porque me apasiona. Empecé a reciclar las chapas de los termotanques que usaba para los chulengos y me pareció que se podían aprovechar”, relató.
De esa búsqueda surgió una trucha metálica de más de dos metros y medio, elaborada íntegramente con material reciclado. “Lo hago cuando tengo tiempo, porque tengo mucho trabajo de herrería. Pero me entretengo con esto. No tengo la idea de venderlo, simplemente me gusta hacerlo”, explicó.
Además de sus esculturas, Olgiati guarda en su taller una colección de carruajes en miniatura, realizados con madera, hierro y bronce. “Tengo veintiún carruajes hechos a escala, basados en modelos originales. Incluso hice una réplica de la sopanda de Manuel Belgrano, que está en el Museo de Luján”, comentó. Una amiga le propuso organizar una muestra con todas esas piezas, un proyecto que espera concretar cuando logre reunir el tiempo necesario.
Consultado sobre el destino de las esculturas de la Plaza de los Animales, explicó que todas fueron reparadas, aunque aún permanecen en su predio. “Están totalmente restauradas y pintadas, pero la pintura se va arruinando un poco porque están a la intemperie. No sé cuándo el municipio decidirá colocarlas. Yo las arreglé completas, quedaron muy bien, más resistentes que antes”, afirmó.
Mientras tanto, sigue activo en su taller, dedicado a múltiples trabajos. “Hago rejas, portones, parrillas, hornos a leña… todo lo que tenga que ver con hierro. Gracias a Dios siempre tengo trabajo. Estoy jubilado, pero no puedo parar”, contó con una sonrisa.
El escultor también destacó el cariño que recibe de los vecinos. “Mucha gente me pregunta por los animales de la plaza, se acuerdan de ellos con afecto. Eso me da alegría, porque quiere decir que esas obras dejaron algo en la gente”, reflexionó.
Compartinos tu opinión