El fiscal Ariel Pinno brindó detalles sobre la investigación que derivó en el procesamiento con prisión preventiva de Fernando Aarón Moreira, de 22 años, acusado de asesinar a puñaladas a Alberto Scariot, de 40, en la madrugada del pasado 10 de noviembre en el barrio Los Cisnes.
La jueza de Instrucción Cecilia Cataldo resolvió imputarlo por homicidio agravado por ensañamiento, al determinarse que la víctima recibió más de treinta heridas cortantes y punzantes.
“A lo largo de la investigación se pudieron recabar testimonios que permitieron reconstruir lo que ocurrió esa madrugada”, explicó el fiscal Ariel Pinno. Según detalló, la víctima, el imputado y un tercer joven —Carlos Mansilla— habían pasado la noche en un pub de la ciudad consumiendo alcohol. Scariot regresó primero a la vivienda que compartía temporalmente con Moreira y su hijo de 14 años; Moreira llegó tiempo después, y Mansilla estaba de visita.
El conflicto, según los testimonios, se originó a partir de una deuda de dinero entre Moreira y Mansilla. “El imputado habría querido que Mansilla se retire del domicilio, y en esa situación la víctima se interpone para evitar una pelea”, señaló Pinno. Fue en ese contexto cuando comenzó la agresión que terminó en el exterior de la vivienda, donde Scariot cayó desvanecido.
La autopsia confirmó la brutalidad del ataque. “Las heridas cortantes, la cantidad y la profundidad hacen entender que no solo quiso causarle la muerte, sino que eligió una forma más dolorosa para hacerlo”, afirmó el fiscal. También aclaró la diferencia entre las figuras penales: “La alevosía implica poner a la víctima en indefensión; acá lo que se observa es saña, es decir, causar un dolor mayor al necesario para matar”.
El hijo de Scariot, de 14 años, también sufrió lesiones cuando intentó frenar la agresión. Moreira fue imputado por esas heridas en concurso real con el homicidio.
Respecto a la convivencia previa, Pinno indicó que habían existido discusiones entre Scariot y Moreira. Horas antes del crimen, el dueño de la casa le había pedido al hombre de 40 años que Moreira debía retirarse, por problemas previos entre ellos. “De todos modos, después cenaron juntos y salieron a un pub”, aclaró.
Moreira declaró y reconoció haber dado “algunas puñaladas”, aunque dijo no recordar la totalidad de los hechos. “Coinciden en muchos puntos las declaraciones de los testigos y del imputado, lo que quedará para debatirse en juicio son las circunstancias vinculadas al consumo de alcohol y la intencionalidad”, indicó el fiscal.
Con el procesamiento y la prisión preventiva dictados, Moreira permanecerá detenido mientras avanza la causa, salvo que la Cámara resuelva lo contrario.
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