
Hace cuatro meses atrás, el Sargento Jorge Alderete, quien prestaba sus servicios en el área de la Policía Provincial en la ciudad de Río Grande, fue diagnosticado y derivado a la ciudad de Buenos Aires por un tumor maligno en la zona de los ganglios, dado a la complejidad que conllevan estos tratamientos, hoy continúa batallando y queriendo erradicar de su organismo esta enfermedad.
El día de ayer, el uniformado cumplió 40 años de vida, y al encontrarse lejos de su ciudad natal, debido al tratamiento que se le está realizando, a través de una carta transmitió y comunicó todo lo que ha podido evidenciar a lo largo de estos cuatro meses. En la misma, manifiesta su agradecimiento hacia todos sus familiares, colegas y a la comunidad que ha sido parte en todo este amplio proceso que está atravesando hoy en día.
A continuación, compartiremos lo redactado por el Sargento Jorge Alderete, desde la ciudad de Buenos Aires, para toda la comunidad:
Para los salvadores de la vida
“Llegamos a los 40, la vida parecía que iba tomando su curso en forma natural junto a nuestras expectativas y anhelos. Los sueños nos inundaron y esas ideas de seguir prosperando y darles a tus seres queridos la mejor vida posible, básicamente enseñarles a ser felices a como dé lugar, que para mí lo más importante por sobretodo es tener amor, dar amor y ser felices solo con tenerse a sí mismos con salud, haciendo lo que nos gusta hacer, esa felicidad que nos centra en el universo. No se necesitan grandes cosas, ni extravagantes lujos, solo el hecho de estar presentes para aquellas personas que amamos.
Hoy, en una vuelta de la vida, me encuentro físicamente lejos de mis seres queridos. Hace más de cuatro meses un flagelo inesperado que me tiene físicamente en una tortura sin fin, a la cual le estoy dando la mayor guerra de mi vida tanto física y espiritualmente: pasión, devoción, oración, con fuerza y convicción de sanar la voluntad del alma, cuerpo y el amor de nuestra fe.
Gracias a Dios, hoy me acompaña Héctor, mi hermano querido, que se ha convertido en un verdadero padre, desviviéndose a cada momento para que yo pueda estar bien, sufra lo menos posible y no me falte nada, en este momento le debo todo.
En este contexto es que quiero destacar un hecho sin precedentes, un motor de superhéroes que se puso en movimiento rápido como la mas asombrosa luz, se generó una asombrosa unión de almas amorosas que se conectaron para un solo propósito.
Después de trabajar por casi 16 años en una profesión que me apasiona, por primera vez las sirenas se activaron hacia mí, se activaron las alarmas y un centenar de personas increíbles actuaron a mi rescate, en un hecho sin precedentes, yo era la emergencia y Dios puso en mi camino una tropa de héroes, allí estaba mi familia, mis compañeros de trabajo, jefes y muchísimas personas asombrosas que sin conocerme me sostuvieron con tanto amor y tan fuerte, que desde ese día, se han convertido en parte de mí.
Son parte del milagro de que hoy me esté recuperando, el calor de sus mensajes, lo increíble que uno se puede sentir con las palabras de otra persona orando, pidiendo, alentando, reconfortando, dando paz y enviando fuerzas. Después, siguen cosas más increíbles, que hasta el día de hoy no tengo palabras para expresar los sentimientos de que hoy haya muchísimas personas avocadas intensamente trabajando físicamente y mentalmente, desarrollando actividades de diversas índoles para recaudar fondos destinados con el fin de ayudar a mi recuperación.
Hablo de muchísimas personas, una unión tan valerosa, espontanea, sincera y llena de amor, que son el solo hecho de pensarlo me inunda el cuerpo de la más grande satisfacción de amor y cariño del cual jamás sentí”.
¡Gracias a todos ustedes por siempre!
Jorge Alderete.
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