
Vecinos y organizaciones de Ushuaia y Río Grande se movilizaron en solidaridad con el Hospital Garrahan, sumándose al abrazo simbólico federal que se llevó a cabo en distintos puntos del país. La jornada, convocada bajo el lema #GarrahanCausaNacionalNadieSeSalvaSolo, buscó visibilizar el deterioro presupuestario que atraviesa el principal centro pediátrico de la Argentina.
En la capital fueguina, la convocatoria tuvo lugar en la Plaza Cívica 12 de Octubre, mientras que en Río Grande el encuentro se concentró en la intersección de las avenidas San Martín y Belgrano. En ambas ciudades, se expresaron muestras de preocupación por el impacto que el recorte de fondos podría tener en la salud infantil, tanto a nivel nacional como en las provincias más alejadas del centro del país.
El Hospital Garrahan, referente en atención pediátrica de alta complejidad en Sudamérica, enfrenta una crisis sin precedentes. Según informaron trabajadores de la salud, más de 200 profesionales ya renunciaron debido a la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios. La situación pone en jaque la continuidad de más de 600.000 consultas anuales, que son atendidas por un equipo de casi 7.000 personas, entre residentes y trabajadores.
A este panorama se suma la amenaza de eliminación de las residencias médicas, un pilar clave para la formación de especialistas en pediatría. Las organizaciones convocantes advirtieron que esta medida podría comprometer el futuro del sistema de salud pública y la atención a niños y niñas en situación crítica.
En un comunicado difundido durante las protestas, los organizadores denunciaron “desigualdades escandalosas” en el uso de fondos públicos. Subrayaron que, mientras se recortan recursos para el hospital, altos funcionarios perciben sueldos mensuales que superan los $6 millones, y se destinan $134.000 millones al sistema de inteligencia nacional, una cifra equiparable al presupuesto anual del Garrahan.
Con este reclamo colectivo, la comunidad fueguina se sumó a una protesta que trasciende lo sanitario y se vuelve símbolo de defensa de la salud pública frente al ajuste. “No se trata solo de un hospital: se trata de nuestros derechos como sociedad”, expresaron desde una de las agrupaciones presentes en la movilización.
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