
El reconocido comerciante Nené Maciel, encargado del restaurante Lo de Nené, expresó su indignación tras sufrir un nuevo hecho delictivo en su local gastronómico de calle Almafuerte al 500. Durante la madrugada de este miércoles, delincuentes intentaron ingresar nuevamente al predio, pero fueron sorprendidos por la policía y uno de ellos fue detenido.
“Vienen como si fuera su casa”, denunció Maciel en diálogo con Aire Libre FM, luego de confirmar que se trata del tercer intento de robo en el último mes. Según detalló, los responsables son jóvenes del mismo barrio, ya identificados por la policía, y con antecedentes por ingresar anteriormente al restaurante. Incluso, uno de ellos ya tiene una prohibición de acercamiento vigente.
El hecho ocurrió apenas media hora después de que el local cerrara sus puertas. “Cerramos a las 12, quedó una persona comiendo, mi hijo se fue a las 12:30, y a la 1 ya estaban trepando la reja”, relató. Los delincuentes forzaron nuevamente la puerta de emergencia con un martillo y barras metálicas, pero no lograron ingresar gracias a los refuerzos instalados recientemente.
El detenido fue identificado como Juan Ramón Aguilar Calisto, de 39 años, quien ya había participado en robos anteriores al mismo comercio. Intentaba escapar por los fondos cuando fue sorprendido por efectivos policiales tras el alerta de un vecino que escuchó ruidos.
Maciel contó que las pérdidas de los robos anteriores son significativas: “Se llevaron vinos finos, carne, fiambres… cosas que uno no repone de un día para el otro. Son millones los que perdimos, y todavía estamos esperando que el seguro responda”.
A raíz de los hechos, el comerciante decidió invertir en sistemas de alarmas y cámaras de seguridad, cuya instalación se encontraba en proceso justamente el día del nuevo intento de robo. “No tienen miedo a nada, ni a las alarmas, ni a la policía. Si les das la posibilidad, entran”, advirtió.
Finalmente, expresó su preocupación por la situación del barrio: “Los vecinos están igual que nosotros. No pueden dejar sus casas solas. Todos sabemos quiénes son, viven acá a la vuelta, y siguen entrando como si nada. La policía hace lo suyo, pero la justicia los larga”.
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