
La crisis del turismo en Tolhuin es un espejo de lo que ocurre a nivel nacional, pero con una gravedad particular: a la recesión y la inflación se le suman costos estructurales que hacen cada vez más difícil sostener un emprendimiento turístico en la zona centro de Tierra del Fuego.
Así lo expresó Raúl Moreira, presidente de la Cámara de Turismo de la zona centro, quien describió una realidad alarmante. “La temporada de verano fue floja, y la de invierno viene igual. Apenas se salva algún fin de semana, pero entre semana estamos hablando de un 20 o 30% de ocupación. Es insostenible”, afirmó.
Moreira explicó que la crisis económica generalizada ha impactado de lleno en el turismo fueguino. “Nadie tiene un mango. La gente pregunta, se interesa, pero después no puede venir. Los primeros días del mes se nota algo de movimiento, pero enseguida cae”. A eso se le suma que “Argentina se volvió un destino caro, incluso para el extranjero”, lo cual aleja a visitantes que antes veían en Tierra del Fuego un destino accesible y atractivo.
Uno de los reclamos históricos de los prestadores turísticos es la exigencia del uso obligatorio de cubiertas con clavos o siliconadas para transitar ciertas rutas de la provincia. “Hay gente que directamente no puede salir de la ciudad porque no tiene cubiertas, y el que quiere venir desde afuera nos consulta lo mismo: si es obligatorio, si hay alternativas”, señaló Moreira. El dirigente lamentó que las autoridades “esquivan el tema y trasladan la responsabilidad”. Explicó que cada vez que la Cámara presenta un reclamo por esta situación, se topan con argumentos relacionados a la seguridad vial y a quién se haría responsable en caso de accidente. “Esto no es un problema solo de los complejos turísticos; afecta a toda la economía de Tolhuin: supermercados, restaurantes, comercio. El turismo derrama, y si no viene gente, nos afecta a todos”, sostuvo.
El otro gran problema que enfrenta el sector es el costo de la energía, especialmente el gas envasado. La quita de subsidios y la liberación de precios dejó a muchos emprendimientos al borde del cierre. “Para quienes seguimos con gas envasado, esto es imposible. El año pasado cargar un Zeppelin para calefaccionar cabañas costaba 2 millones de pesos por mes. Este año, con la desregulación, es muchísimo más. Y si se te termina el gas, se te congela el agua y las cañerías se revientan”, relató Moreira. La situación obligó a algunos propietarios a cerrar parcialmente sus complejos para evitar pérdidas totales. “Vaciar cabañas, desconectar agua, achicar todo lo posible. Pero aún así no alcanza”, reconoció.
Desde la Cámara de Turismo aseguran haber presentado el tema ante el gobierno municipal y provincial, pero la falta de interlocución con el Gobierno Nacional dejó todas las gestiones en el camino. “El problema viene de Nación, pero cuando vamos a la Provincia o a la Municipalidad, nos encontramos con que no tienen herramientas para resolverlo. Entonces, ¿a quién le reclamamos? Muchas veces nos quedamos reclamando a quienes no provocaron el problema”, cuestionó. Moreira indicó que la Cámara intentó avanzar paso a paso, buscando apoyo institucional para escalar el reclamo, pero la falta de coordinación política ha trabado cualquier intento de solución. “Hay representantes nacionales en la provincia, pero no hay un canal de diálogo real”, sentenció.
En este contexto adverso, la Municipalidad de Tolhuin impulsa un proyecto para poner en valor las Termas del Fin del Mundo, una iniciativa que busca reactivar la actividad turística y generar un polo de atracción para visitantes. “La municipalidad tomó la iniciativa de reactivar las termas, algo que es clave para nosotros. Faltan vestuarios, accesos, infraestructura básica, pero estamos de acuerdo en que es el camino. El proyecto se plantea como un modelo público-privado, donde los prestadores podamos aportar materiales o mano de obra para empezar a ponerlas en funcionamiento”, explicó Moreira. El desafío es conseguir los recursos para transformar un espacio que hoy está deteriorado en un atractivo turístico de primer nivel. “Las termas pueden ser un producto de enorme valor, no solo para Tolhuin, sino para toda la provincia. Es importante que no se quede dormido y que se empiece a trabajar ya”, subrayó.
Por último, Moreira explicó que comercializar paquetes turísticos se ha vuelto extremadamente difícil. “Hoy, una familia que quiere ir al Cerro debe gastar más de un millón y medio de pesos. Y para traer turistas a Tolhuin, tenés que ofrecer traslado desde Ushuaia, alojamiento, excursiones, todo lo cual encarece mucho la oferta”. En este sentido, la Cámara de Turismo busca fortalecer la asociatividad entre prestadores para generar propuestas integrales y atractivas para agencias de viajes de fuera de la provincia.
Aunque algunos complejos lograron conectarse al gas de red, la mayoría sigue esperando soluciones estructurales. Sin políticas concretas, es muy difícil sostenerse. El turismo necesita respuestas urgentes.
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