
El Gobierno de Chile ha reactivado las obras en la ruta Vicuña-Yendegaia, ubicada en el extremo sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego. El proyecto, iniciado en los años noventa, avanza con el objetivo de conectar de manera definitiva la región de Magallanes con la provincia de Cabo de Hornos a través de un trayecto terrestre y marítimo. Actualmente, el camino ya cuenta con 118 kilómetros ejecutados, restando 29 kilómetros hacia el norte para completarlo.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, visitó recientemente la zona de Caleta 2 de Mayo para inspeccionar los avances, destacando la importancia estratégica y geopolítica de la obra. Solo en ese tramo, la inversión supera los 25 mil millones de pesos chilenos.
Con una meta proyectada para 2031, el Ministerio de Obras Públicas planea intensificar las tareas asignando más recursos que permitirán trabajar incluso durante los meses de invierno. El gobierno chileno denomina a esta como "la ruta más austral del mundo", y espera que esté completamente habilitada en un plazo de seis años.
El desarrollo del camino es llevado adelante por el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) desde 1995. La culminación del proyecto permitirá reducir significativamente el tiempo de viaje entre Punta Arenas y Bahía Yendegaia, que pasaría a realizarse en aproximadamente 16 horas, gracias a la implementación de un sistema bimodal que combinará transporte terrestre y marítimo hacia la isla Navarino.
Además de mejorar la conectividad, la ruta busca fortalecer la presencia del Estado chileno en una de las regiones más australes, fomentar el turismo sustentable y aportar al desarrollo integral de Magallanes, consolidando un corredor estratégico entre el continente y Puerto Williams.
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