
La temporada turística de invierno 2025 en Ushuaia comenzó con un ritmo pausado, según confirmó Patricio Cornejo, presidente de la Cámara de Turismo de la ciudad. Aunque los primeros meses generaron cierta preocupación, se observa una mejora gradual que renueva las esperanzas para los próximos meses.
Cornejo explicó que la hotelería, considerada un termómetro clave para medir la actividad turística, tuvo un inicio lento en la recepción de reservas. “Este año la temporada arrancó con un poco de incertidumbre”, señaló, debido a varias problemáticas en destinos de nieve del país que demoraron las decisiones de apertura y afectaron la dinámica del sector.
“Hubo situaciones en Bariloche, con disputas sobre tarifas, y en San Martín, donde la concesión cambió de manos, lo que generó dudas sobre la apertura y afectó la confianza de los turistas”, detalló. Estas circunstancias, sumadas a la inflación, llevaron a que muchos viajeros esperaran hasta último momento para decidir su destino, esperando que los precios sean más accesibles.
En comparación con años anteriores, julio muestra cifras a la baja, aunque se espera que agosto y septiembre presenten una mejora sustancial. “La explosión turística posterior a la pandemia generó una demanda inusual, que hoy se estabiliza en niveles más realistas”, aclaró Cornejo.
Un factor crucial para el desarrollo de la temporada es la conectividad aérea. “Somos un destino aerodependiente y las tarifas aéreas actuales son altas, con poca disponibilidad de plazas, lo que limita nuestra competitividad frente a otros destinos”, explicó el dirigente.
“El pasaje a Ushuaia es caro y no hay alternativas terrestres en invierno, por lo que la accesibilidad aérea es fundamental”, agregó. Por eso, desde la Cámara de Turismo se trabaja continuamente con las aerolíneas para mejorar la oferta y reducir costos, aunque reconocen la complejidad del desafío.
Finalmente, Cornejo resaltó la necesidad de incrementar la frecuencia y capacidad de vuelos para responder a la demanda real del destino. “Queremos más vuelos, aviones más grandes y nuevas conexiones; estamos dispuestos a llenar esos servicios”, aseguró.
Con estos escenarios, Ushuaia encara una temporada con desafíos que requieren trabajo conjunto entre el sector público y privado, pero con esperanzas puestas en la recuperación y el crecimiento turístico durante los próximos meses.
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