
La crítica situación que atraviesa el sector industrial de Tierra del Fuego tras los decretos que modificaron el régimen de promoción no solo golpea a los trabajadores metalúrgicos, sino que arrastra a una extensa red de gremios vinculados a los servicios que funcionan dentro y alrededor de las plantas. En ese contexto, desde UTHGRA y UPSRA confirmaron su adhesión al paro provincial convocado para este miércoles y alertaron sobre las consecuencias directas que ya están sufriendo sus afiliados.
En diálogo con Minuto Fueguino, Gustavo Pérez, representante de UPSRA (Unión del Personal de Seguridad Privada de la República Argentina), explicó que el impacto de la crisis no es indirecto, sino completamente directo, dado que cada vez que se reduce personal en una fábrica, también se pierde un puesto de vigilancia. Señaló que actualmente hay más de 100 trabajadores del sector en Río Grande y que en el último año se ha perdido entre un 15 % y un 20 % de los empleos, debido a la caída de contratos y la rotación de empresas que aprovechan la situación para reducir personal.
Pérez detalló que el gremio de seguridad privada ya venía siendo golpeado desde hace tiempo, pero que en el contexto actual las condiciones empeoraron aún más. Según indicó, las empresas de vigilancia están presionadas por los recortes de las fábricas y utilizan cualquier excusa para despedir empleados. Afirmó que es una situación de alta preocupación, ya que con cada línea de producción que se cierra o turno que se elimina, se reducen puestos también en los servicios contratados, como la seguridad.
Por su parte, desde UTHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos) coincidieron en que el perjuicio es directo, especialmente en lo que respecta a los comedores industriales. Señalaron que la mayoría de estos servicios son brindados por empresas tercerizadas y que, cuando baja el ritmo de producción o directamente se paraliza una planta, los trabajadores gastronómicos quedan sin funciones de forma inmediata.
Desde el gremio advirtieron que en las últimas semanas se registraron reducciones de horas laborales e incluso desvinculaciones, en un contexto de incertidumbre total. Sostienen que si las fábricas continúan recortando turnos o cierran sus puertas, los primeros afectados en los servicios conexos serán los cocineros, ayudantes, mozos y personal de limpieza que dependen del funcionamiento pleno de las plantas.
En ese sentido, remarcaron que muchas veces el debate público se limita a la situación de los operarios metalúrgicos, pero que la cadena es mucho más amplia y abarca al menos cinco gremios que ya están viendo afectados sus puestos laborales. Indicaron que la industria fueguina no es solamente la línea de montaje, sino también todo el sistema que gira a su alrededor, incluyendo transporte, seguridad, limpieza y gastronomía.
Ambos gremios confirmaron su adhesión a la jornada de protesta de este miércoles y convocaron a sus afiliados a participar activamente. Señalaron que es momento de defender todos los puestos de trabajo, sin importar el sector, y que lo que está en juego es la continuidad laboral de cientos de familias fueguinas.
Desde las organizaciones aseguraron que la marcha será una muestra de unidad entre sectores que comparten un mismo reclamo: frenar las medidas nacionales que ponen en riesgo la economía regional y exigen ser parte de una mesa de diálogo que incluya a todos los actores del mundo del trabajo.
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